Evitemos que Bolivia siga el camino de Venezuela

Arturo Murillo P.

En Venezuela, la administración de Nicolás Maduro de la etapa democrática pasó al régimen dictatorial y “gobierna” a sangre, fuego y muertos. La semana pasada murieron más de 20 personas en las protestas multitudinarias que demandan el restablecimiento de la democracia en el país caribeño. El momento por el  que atraviesa Venezuela no se dio de un día para otro, es una travesía que se inició hace varios años y paulatinamente se fue empobreciendo hasta llegar a una crisis agónica. A continuación reflejamos la ruta del desastre que siguió Venezuela:

  1. El chavismo esbozó la idea de crear un modelo político-económico de gestión llamado el socialismo del siglo XXI.
  2. El PSUV mediante la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional de Venezuela forzó la Constitución y las leyes para conseguir la reelección indefinida.
  3. La perpetuación del chavismo en el ejecutivo venezolano trajo la corrupción desenfrenado de los presuntos revolucionarios.

4.- La “combinación” del socialismo, la reelección indefinida, la corrupción, falta de gestión eficiente y la caída de los precios del petróleo llevó a una crisis en el aparato productivo, que después desembocó en escasez de alimentos.



  1. Con la crisis galopante, el chavismo perdió el norte político y la fuerza electoral. Nicolás Maduro recibió el revés en las elecciones legislativas del 2015, después debió convocar a un referendo revocatorio pedido legal efectuado por la oposición que rechazó, el mismo generó que los venezolanos, sin alimentos en los centros de abasto, falta de medicamentos y carestía de salud por la enorme crisis económica, salgan a las calles masivamente a protestar, pero Maduro respondió con bala al pueblo.

En Bolivia vamos transitando por un camino parecido. Después de una década de despilfarro y gestión ineficiente, Evo Morales sostiene artificialmente la economía boliviana con préstamos de la China, BID y otras instancias crediticias mediante la venta de bonos. Hace pocos días endeudó al país en mil millones de dólares. La soberanía económica quedó en un slogan. Igual que en Venezuela, al permanecer varios lustros en el gobierno el MAS ha tomado por asalto al Estado y está generando una monstruosa corrupción. Actualmente no hay ningún ministerio que se salve del escándalo de corrupción o nepotismo. La perpetuación corrompe y convierte a gobiernos en autoritarios para encubrir sus fechorías. En la historia de Bolivia no hubo gobierno que duré tantos años, en esa permanencia en el poder los masistas se “convencieron” ellos mismos que son dueños de Bolivia y lo están saqueando; nunca hubo tanta corrupción. Recién el gobierno se convenció que la empresa española Isolux Corsán, con contratos por 534 millones de dólares, no avanzó significativamente las obras, cobró anticipos y se fugó. Cuando advertimos el 2016 con documentos que se cobraron por adjudicaciones, http://noticiasfides.com/nacional/politica/corsan-corviam-contrato-consultora-para-cerrar-adjudicaciones-por-35-de-comision-377250 gobierno se hizo de la vista gorda como acostumbra.

El año pasado denunciamos corrupción en YPFB http://www.paginasiete.bo/n121237 en marzo pasado, recién se desveló corrupción en YPFB en la compra de taladros a una empresa italiana por 148 millones de dólares. Por este caso, sólo 15 funcionarios fueron enjuiciados pero las cabezas como Presidente y ministros no fueron tocados, siendo las MAE, nuevamente se proteger a poderosos.Ayer, fue noticia que el ex gerente BTV Carlos Flores masista acusado ante la Fiscalía por acoso sexual, después de ser retirado de Bolivia TV, ha sido premiado y contratado en la Procuraduría del Estado, http://paginasiete.bo/n135375.En síntesis, en Bolivia está pasando lo que ya sucedió en Venezuela: la idea de crear un modelo socialista comunitario, el despilfarro de los recursos cuando hubo precios altos del petróleo, el endeudamiento con China, la corrupción monstruosa y, finalmente, la reelección indefinida que conduce a un régimen autoritario. Los bolivianos democráticamente ya dijimos NO a la reelección, con nuestros votos en las ánforas, pero el gobierno del MAS quiere desconocer de facto. Posteriormente, vendrá la imposición violenta de la candidatura de Evo Morales, el golpe y violación a la Constitución. Por ahora, quienes rechazamos la reelección y la perpetuación anti democrática somos enjuiciados y perseguidos políticamente, más adelante si protestamos es probable que Evo y Álvaro García nos respondan con balas, de acuerdo al libreto de sus colegas chavistas.

Saben que la única vía para perpetuarse en el poder es mediante la violencia política y el autoritarismo gubernamental, imponer ilegalmente la candidatura de Morales seguida de un tremendo fraude porque actualmente Evo es un presidente impopular y está en decadencia; incluso, de acuerdo a las encuestas perdería la elección en una segunda vuelta.

Si el pueblo venezolano triunfa en las calles y destituye la dictadura de Nicolás Maduro será un buen antecedente para el continente y el autoritarismo masista quedará herido de muerte. Si Maduro se impone, es posible que Morales siga su ejemplo e intente imponer un nuevo gobierno con fraude y baño de sangre.

Por tanto, es importante que triunfe la libertad y la democracia en Venezuela. Así los “aprendices de dictadores” con careta de socialistas por aquí sabrán que también tienen los días contados. Y cuando recuperemos la democracia, recién los bolivianos sabremos la suma exacta de cuánto dinero se llevó la corrupción masista y se procesará a los culpables, por eso debemos persistir, resistir y luchar por recuperar la plena vigencia de la democracia, es nuestro desafío.

  Senador de la República