Cuatro octubres

Emilio Martínez Cardona*Cuatro aniversarios se entretejen en este octubre: los 100 años de la revolución rusa, los 50 años de la muerte del Che Guevara, los 35 años del retorno de Bolivia a la democracia y los 14 años del alzamiento armado con el que se inició la debacle del sistema republicano en el país.Comencemos por octubre de 1917, fecha fatídica con la que se inauguró el peor experimento totalitario de la historia, que incluso superó al nacionalsocialismo en número de víctimas. De acuerdo a la documentada investigación académica de Stéphane Courtois y su equipo del Centre national de la recherche scientifique (CNRS), El libro negro del comunismo, la cifra de muertos ocasionados por las diversas dictaduras de cuño leninista (Unión Soviética, China y un largo etcétera) se acerca a los 100 millones.No hay excusa para los crímenes de este despotismo, fundado sobre la errónea antropología filosófica de Karl Marx y su concepción de la dictadura del proletariado. No se trata de simples desvíos de los seguidores, sino de una armazón doctrinal reñida en sus mismas raíces con los derechos naturales y el libre albedrío.Respecto al medio siglo de la ejecución de Guevara, personaje tan celebrado por el régimen de Evo Morales, cabe recordar que se dio como respuesta a una invasión que, de haber triunfado, hubiese convertido a Bolivia en una sangrienta tiranía estalinista. Esto, teniendo en cuenta tanto los antecedentes personales del invasor, quien ordenó la ejecución de más de 500 prisioneros en la cárcel castrista de La Cabaña, como su adscripción ideológica, que incluso rechazaba la tibia desestalinización de Jruschov.Pasemos ahora al aniversario trigésimo quinto de la democracia boliviana, en el que habrá que hacer un reconocimiento a los tres partidos históricos que, cada uno con sus aportes, contribuyeron a dar estabilidad institucional al país durante décadas. El abandono del MIR de sus tesis radicales, la estabilización y apertura económica operada por el MNR y la gobernabilidad brindada por ADN a presidentes surgidos de las otras fuerzas políticas, son algunos de los hitos remarcables de esa etapa.Finalmente, abordemos los sucesos del llamado Octubre Negro, que resulta más bien rojo cuando lo analizamos en profundidad. Hablamos de un violento alzamiento de claras intenciones golpistas que, sin embargo, ha quedado encubierto por distorsiones propagandísticas instaladas por los insurrectos, con el auxilio de una gigantesca ingenuidad colectiva. La premeditación, evidenciada en las declaraciones de Morales de 2002 en las que hablaba de “tumbar al gringo”, así como la activación de los “cuadros dormidos” del EGTK según confesiones del Mallku, pasando por la presencia de elementos de las FARC y Sendero Luminoso y el financiamiento vía maletines chavistas, son aspectos que deberán ser tenidos en cuenta a la hora de hacer un balance más realista que el actualmente en boga.En estos cuatro aniversarios leamos la historia completa, más allá de las mitologías fabricadas por los hegemonistas de la memoria. *Escritor y analista político