La investigación concluyó que es dos veces más probable que las esposas sean las que soliciten el divorcio. Esto se debe a la tensión que experimentan.
No obstante, el estudio señala que en algunos casos la tensión de los esposos permanece baja, mientras que las esposas continúan acumulándola, y que ese escenario en particular es una señal de inminente divorcio.De acuerdo con la investigadora Kira Birditt, «la asociación con el divorcio fue mayor si los hombres reportaban bajos niveles de tensión y las mujeres informaban de una mayor acumulación de tensión». «Eso podría reflejar una falta de inversión en la relación por parte del marido: él podría creer que es innecesario cambiar o ajustar su comportamiento«.Cerca del 40 % de los matrimonios analizados en el estudio terminó en divorcio.Fuente: actualidad.rt.com
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