¿Quién es Michael Wolff y cuál es el ‘modus operandi’ del autor del libro sobre Trump del que todo el mundo habla?

No hay cotilleo que se le escape, ni extremo al que no esté dispuesto a llegar. Es el biógrafo más fantástico de las letras estadounidenses. Y algunos cuestionan sus métodos.

Michael Wolff

Hoy sale a la venta en Estados Unidos Fire and Fury: Inside the Trump White House, el libro más demoledor sobre la campaña y los nueve primeros meses de la presidencia de Donald Trump. Su autor, Michael Wolff, es un periodista de 64 años, que vive por y para el escándalo. Y que, al menos en el título, no miente. Aunque Trump hoy diga en un tuit que «Wolff tuvo Cero (sic) autorización por mi parte para estar en la Casa Blanca», lo cierto es que el gabinete del presidente era consciente de que Wolff entraba y salía a su antojo, y que sí tuvo autorización para pisar el Ala Oeste, cerca de 20 veces.

También es cierto que habló con el traidor Bannon («Sloppy Steve») y con el exjefe de gabinete Reince Priebus cuando todavia ejercía. Como también es verdad que suma en total cerca de 200 fuentes, y centenares de horas de grabación. Aunque leyendo el libro no esté muy claro de dónde procede la información. Así que si Wolff necesita justificar la procedencia de la información que esgrime, está bastante cubierto. Ahora bien, ¿por qué el presidente pide que «miremos al pasado de Wolff«?

Porque son tal para cual

Michael Wolff y Donald Trump tienen muchos aspectos en común: a ambos la verdad les interesa menos que la publicidad (Wolff es un experto en marketing que dirigió la revista Adweek); ambos son empresarios fallidos (Wolff dirigió una empresa de guías de Internet en los años 90 que fue un fracaso) que usaron su propio fracaso para proyectar una imagen más pública; y ambos tienen poco respeto por los procedimientos usados para exponer «la verdad».Es posible que Wolff no se haya inventado ni una sola cita de Fire and Fury, el libro que retrata a Trump como un niño malcriado y un poco imbécil, incapaz de entender las enmiendas constitucionales, que no queria la presidencia y del que su propia hija se ríe. El problema es que, según Maggie Habermann, del New York Times, Wolff ha dado por buenas todas las afirmaciones y declaraciones que sus fuentes han realizado sobre el Presidente de los Estados Unidos.El eco de los primeros extractos -en los que el ideólogo de cabecera de Trump, Steve Bannon, atacaba a su hijo Don Trump Junior y a su yerno Jared Kushner-, ha llevado a que los abogados del presidente hayan intentado paralizar la salida del libro. Y lo único que han conseguido es adelantarla: el libro estaba previsto para el martes día 9, pero ha llegado hoy a las librerías estadounidenses.Mientras, la prensa intenta desentrañar cuántas de las fabulosas afirmaciones que recoge Wolff sucedieron realmente. Cuántas de las 200 personas que hablaron con el periodista sabían que sus palabras iban a quedar impresas -y posiblemente grabadas-. Cuántas de las personas que hoy se retractan (como Katie Walsh, subjefa de gabinete de Trump a principios de año) lo hacen porque Wolff las embaucó y se arrepienten, o porque ni siquiera sabían que esas citas aparecerían en un libro.Son varios los periodistas de prestigio y carrera los que acusan a Wolff de «quemar» fuentes, de no respetar anonimatos ni off-the-records, de ser ese tipo de periodista que te venderá a ti y a tu familia por una exclusiva …y luego escribirá el reportaje de cómo te vendió a ti y a tu familia.Esta última figura ni siquiera es una completa exageración: el primer reportaje de Michael Wolff fuese «voy a entrevistar a los vecinos de mi familia porque su hija es Angela Atwood, una de las secuestradoras de Patty Hearst«. Pero es que en los 90 fue a mas, cuando intentó jugar a dos bandas, la de periodista reconocido y la de magnate de los medios.A mediados de esa década consiguió convertir una editorial de guías de Internet en una start-up valorada en 100 millones de dólares. Un par de años después consiguió perderlo todo, antes del pinchazo de la burbuja puntocom. Por supuesto, escribió un libro centrado en sí mismo (Burn Rate) en el que contaba cómo se hizo millonario, cómo lo perdió todo y aún así se las apañó para publicar mal por lo menos 12 hechos objetivos y comprobables. Y eso que escribía sobre su propia experiencia.Porque el fact-checking y Wolff no se llevan. El cotilleo, el «alguien me dijo tal», es mucho más importante para Wolff -y para sus lectores- que si el propio «tal» es creíble o no. Ahora mismo, entre los analistas de su libro sobre Trump parece preocupar más si de verdad cenó con Bannon y el fallecido Roger Ailes (que sí, y en casa del propio Wolff, donde las largas sobremesas han dado para varios libros y una extensa carrera de columnista, en Vanity Fair y otros medios), que si los presentes en la cena decían la verdad.Ailes -cuya labor al frente de Fox News se puede definir como propagandística, siendo generosos- falleció en 2017. Valga lo mismo con Sam Nunberg, un responsable de la campaña de Trump que admitió filtrar historias falsas a los medios (y que fue despedido por publicar posts racistas en su Facebook) y que aún así tiene un papel prominente entre los entrevistados.Fire and Fury es, posiblemente, el libro que nos merecemos sobre Trump, escrito por el periodista más capacitado para desenvolverse en el mundo de la posverdad. Puede que lo que cuenta Wolff no sea cierto. Pero, al menos, lo tiene grabado.Fuente: revistavanityfair.es