Y pensar que la Universidad Pública de El Alto (UPEA) fue creada para formar a los nuevos revolucionarios del “proceso de cambio”. Resulta que por estos días se han vuelto los más “contestones” y fiel a su estilo, los alteños actúan sin temor a las balas. Así lo ha demostrado un video recientemente difundido por las autoridades de la casa de estudios, que contrasta con las versiones del Gobierno sobre la muerte del estudiante Jonathan Quispe Vila. Las evidencias presentadas en base a las cámaras de seguridad instaladas justo en el lugar donde murió el joven, no coinciden ni en la forma ni en el lugar que mencionaron las autoridades. El chico no murió cerca de la pasarela de la que habló el Ministerio de Gobierno y según las interpretaciones que hacen de las imágenes los responsables de la UPEA, se usaron armas de fuego en la represión de los manifestantes aquel día, una de las cuales impactó sobre el universitario. A partir de este suceso tan lamentable, los alteños parecen asumir el papel de “contrarrevolucionarios”, que en este caso no es más que defender la democracia.
Fuente: eldia.com.bo