Analistas: Escándalos son síntoma de informalidad y crisis del Estado

El Gobierno vivió una semana para el olvido. Ningún oficialista querrá recordar estas fechas en las que explotaron escándalos como el robo de la medalla y la banda presidenciales en un prostíbulo, por el que se imputó al teniente Juan de Dios O. B., y el caso del diputado oficialista Domingo Soto, que se desnudó en el aeropuerto de Cochabamba, así como la desorganizada inauguración del nuevo Palacio de Gobierno. Sin embargo, esta cadena de “errores” no es algo aislado, aseguran analistas políticos y legisladores de la oposición, sino que se trata de una muestra de la desinstitucionalización, la informalidad en el manejo de la cosa pública, la crisis del Estado y la soberbia del oficialismo de pensar que el poder es para siempre.

Los analistas políticos Rolando Tellería y Érika Brockmann coincidieron en que la semana que termina es la una de las más funestas para el MAS.



Tellería aseguró que todo comenzó el lunes 6 de agosto, en los actos cívicos por las fiestas patrias en Potosí, donde las protestas por el 21F sobrepasaron las expectativas. Ahí, asegura el analista, se vio el malestar de los sectores contra el MAS.

“Es una realidad objetiva, más allá de sus deseos, que no están teniendo la capacidad de aceptar. De súbito, en medio desfile, el Presidente y todos sus acólitos tuvieron que huir para no escuchar aquello que tanto los atormenta y corroe: ‘Bolivia dijo No’”, dijo.

Asimismo, aseveró que los dos episodios de la medalla y del diputado ebrio “ponen de manifiesto los altos grados de degeneración institucional en todos los niveles del Estado. El poder y su ejercicio concentrado no sólo los embriagó: virtualmente, los intoxicó. De ahí esas inverosímiles reacciones y conductas”.

En tanto, la analista Érika Brockmann dijo que estos hechos reflejan una gran informalidad en el manejo de los procedimientos que también se refleja en otras instituciones y programas del Estado.

“Los borrachos son un elemento casi rutinario de esta forma de entender el poder, en un país donde el alcohol está altamente asociado a la fiesta se ha trasladado a la responsabilidad del poder sin escrúpulos, presumiendo la impunidad absoluta, porque recordemos que no es el primer caso, sino que es recurrente y se expresa en accidentes, violaciones y otras cosas”, dijo.

La experta lamentó que ahora hay un nivel de tolerancia a comportamientos que son censurables y que se ha “acumulado un sentido de impunidad, y son prácticas recurrentes de la dirigencia sindical que se ha trasladado a la cultura política del poder”. Además, dijo, estos hechos mostraron que este tipo de manifestaciones han revelado el profundo rasgo patriarcal y machista del país.

“Esta informalidad tiene riesgos terribles, y ya estamos en el borde, esa sentencia constitucional es una ejemplo claro para desconocer algo tan importante como el 21F”, dijo.

 

4 Escándalos en siete días: El 21F en Potosí, la pérdida de la medalla, el diputado ebrio y la falla en la suma de la cuenta presidencial ocurrieron la última semana.

 

MAS PIDE QUE NO SE POLITICE EL ROBO

El Movimiento Al Socialismo (MAS) pidió que el robo de la medalla presidencial y el caso del diputado ebrio no se politicen y aseguró que ambos incidentes son eventos aislados que tienen una responsabilidad personal.

“No creo que (por el caso de la medalla) se deba mancillar la dignidad y honor de las FFAA o de los ministerios por un hecho ocasionado por una persona que tuvo una terrible irresponsabilidad”, dijo en su momento el ministro de Justicia, Héctor Arce.

En tanto, el dirigente cocalero Leonardo Loza pidió sanciones contra el diputado que fue arrestado ebrio en Cochabamba.

 

OPOSICIÓN VE QUE “MAL EJEMPLO” DE EVO SE REPITE

El senador Arturo Murillo aseguró que los escándalos que sacudieron al país esta semana se deben a una crisis de valores que se arrastra desde las primeras autoridades del Estado: el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera.

“Bolivia vive una crisis de valores. Si los padres de la patria, el Presidente o el Vicepresidente, continuamente le dan pésimas señales a sus hijos, ellos pisan el voto, entonces van a pensar que pueden hacer lo que se les dé la gana ellos también”, aseveró.

En la misma línea, el expresidente Jorge Quiroga aseveró que el “bochorno” es una muestra del mal manejo del Estado.

“El bochorno al que nos ha sometido el Gobierno es enorme. Muestra la actitud desprolija y descuidada del Gobierno que trata así no sólo a la medalla, sino a nuestro voto, a nuestra Constitución y al cuidado de estos símbolos”, dijo.

Fuente: lostiempos.com