Oposición boliviana, surgen voces de una opción vigorosa sin los viejos caudillos

Mientras el oficialista MAS va hacia camino a otros cinco años más en el poder con los mismos líderes: Evo Morales y Álvaro García Linera.

Oposicion,-surgen-voces-de-una-opcion-vigorosa-sin-los-viejos-caudillosRef. Fotografia: La ciudadanía vía plataformas sale a protestar en distintos puntos del país, mientras el Gobierno no se inmuta. 

Oposición, surgen voces de una opción vigorosa sin los viejos caudillos

Mientras el MAS va hacia camino a otros cinco años más en el poderEL DÍAA 13 meses de las elecciones generales 2019, en el frente contrario al MAS se afinan los criterios. La más fuerte es generar una alternativa, pero sin los partidos tradicionales.Independientemente de la gran batalla en defensa del 21F que se viene librando, en el bloque de la oposición al Gobierno y al partido Movimiento Al Socialismo(MAS), surgen voces disonantes a sí mismas. Unos están en la línea de que hay que, con urgencia, ir perfilando un bloque de unidad entre todos los partidos de la oposición y sus líderes vigentes actualmente. En cambio, la otra corriente, muy ciudadana y desencantada de estos 12 años de gobierno y de todo el sistema político, prefiere un proyecto nuevo, sin los viejos caudillos y como tal abrigan esperanzas de que así será.Adolfo Apodaca, uno de los nuevos líderes emergentes pertenecientes a la plataforma «Primero Bolivia», señala que la ciudadanía si bien manifiesta que ya no quiere ver al MAS en el poder, tampoco quieren ver a los partidos y políticos tradicionales que hicieron funcional el camino para que hoy estemos transitando 12 años del gobierno de Evo Morales. «Hay una gran mayoría que no quiere más de esta lacra de la política de los últimos años, cuyo gran clamor ciudadano exige una alternativa, y esa necesariamente pasa por construir y presentar un nuevo proyecto y nuevos líderes», dijo.En la misma línea, Eduardo Gutiérrez, presidente de la plataforma SOS Bolivia, asegura que el único camino para que el MAS deje el poder es generando un proyecto político nuevo sin presencia de los viejos líderes. «Para que se vaya el MAS, es necesario que se vayan también los partidos políticos tradicionales y funcionales al partido que actualmente está en el Gobierno. No se puede pretender sacar al MAS con aquellos que fueron los responsables de su llegada, dado que la sociedad boliviana estuvo tan hastiada de los partidos políticos tradicionales hasta años antes de este periodo. Entonces ahora no pueden ser ellos los que pretendan seguir actuando», enfatizó.En un contexto de últimos años. En estos últimos casi 36 años de democracia de la historia general de Bolivia, estuvieron marcados por los partidos tradicionales y caudillos sin mayores recambios en su estructura, menos de la desaparición física de sus líderes. Entre el 1982 y 2005, denominado como la época neoliberal, los partidos predominantes fueron tres. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) con un líder histórico Víctor Paz Estenssoro que dejó la posta en 1989  a Gonzalo Sánchez de Lozada, que posteriormente fue  presidente en dos oportunidades (1993-1997 y 2002-2003).Con la caída de la sublevación de El Alto, en el denominado «guerra del gas», en octubre de 2003, el legendario partido de la revolución nacional del ’52 ingresa a un periodo de declinación y pérdida total de credibilidad y vigencia en el escenario político.El otro fue Acción Democrática Nacionalista (ADN) de Hugo Banzer Suárez, que a poco de su muerte, el partido desapareció, pese a que el sucesor político pareció ser en 2001, Jorge «Tuto» Quiroga.En cambio, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que tuvo de manera inquiebrantable a Jaime Paz Zamora como su único líder, pereció ante el desencanto de la población. Luego de la «guerra de octubre», con la caída del gobierno de Sánchez de Lozada, ellos fueron parte de ese punto de inflexión del periodo neoliberal.En ese periodo aparecieron y fueron parte de los gobiernos del MIR, ADN y MNF, la Unidad Cívica Solidaridad con Max Fernández y Conciencia de Patria con Carlos Palenque. Ambas organizaciones, posterior a la muerte accidental de sus caudillos, desaparecieron del escenario político nacional.Como consecuencia del repentino cambio del péndulo político de los inicios del nuevo milenio, es cuando la presencia de Evo Morales irrumpe de manera insurgente, como una opción alternativa y de izquierda al escenario político nacional.En ese contexto, los líderes intermedios de dichos partidos, y favorecidos de una nueva Ley de Agrupaciones ciudadanas surgieron nuevas organizaciones, con figuras recicladas y mostrándose como opciones nuevas. Entre ellas se destaca Unidad Demócrata (UN) fundado a la cabeza de Samuel Doria Medina, Movimiento Sin Miedo (MSM) con Juan del Granado, Movimiento Demócrata Social (MDS) de Rubén Costas Aguilera y la persistencia de la figura de Jorge Quiroga Ramírez en los últimos 12 años con Podemos y luego con Partido Demócrata Cristiano (PDC) y la figura emergente, Luis Revilla Herrero con Sol.Bo,  como efecto del rotundo  fracaso electoral en octubre de 2014 del MSM.Dichas agrupaciones políticas, junto a sus liderazgos que actuaron en el escenario político como férreos opositores al MAS, fueron parte activo de este largo periodo de 12 años de gobierno de Evo Morales, que a decir de las plataformas, fueron cómplices y funcionales al caudillo que hoy detenta el poder.En el debate de tema. Para el columnista y analista político, Róger Cortez, cualquier alternativa posible para hacer frente al actual gobierno, es vía el gran ascenso social emergente desde las raíces mismas del pueblo que el pasado 21 de febrero de 2016, con su voto le dijo “no más” a la reelección y respeto absoluto de la voluntad popular y la Constitución Política del Estado. «Es imperativo que todos los candidatos que intentaron disputar la presidencia a Juan Evo Morales Ayma en elecciones previas, declaren su decidida intención de no presentarse como presidenciables a las elecciones de 2019», precisó.En cambio, para el analista Iván Arias la situación planteada así es compleja, dado que en la práctica, política se hace con lo que hay. «Lo ideal sería un líder que no sea corrupto, que sea virgen, inteligente, pero por ahora se hace con lo que hay», enfatizó.Para ello, Arias pide no afligirse tanto, dado que la premisa por ahora es defender el 21F, cuyo resultado de la consulta popular le dijo no a la reelección de Morales. El experto recomienda que los colectivos ciudadanos tienen que darse cuenta que no pueden reemplazar a los partidos, dado que para hacer política tienen que convertirse en una agrupación o partidos políticos. O al revés, los partidos políticos tienen que dejar de despreciar a los colectivos ciudadanos. «Los colectivos ciudadanos por ahora solo son facilitadores de acumulación, pero los que pueden hacer cambios, que pueden generar políticas públicas son los partidos políticos», argumentó.Erika Brockmann, analista política, refiere que la convergencia de actores políticos para lograr una opción es imprescindible, por lo que desde ahora debe tejerse con paciencia, dejando prejuicios de unos contra otros y hacerlo no públicamente. «Publicitar y tomar definiciones político electorales ahora, es hacerle juego al gobierno», precisa.Pero en esa dimensión, cita que es imprescindible reflexionar sobre el sentimiento antipolítico de plataformas ciudadanas quienes ya hacen política. «La estrategia no debe prescindir de la política y lo político. «No subestimar el aporte de liderazgos que deben jugar un rol colateral, no esperar un  Mesías que reemplace a Evo y que pese a su agotamiento y descomposición existe una fuerza política con capacidad de  movilización genuina o prebendar y de asumir incluido salidas represivas, para quedarse en el poder», argumenta.Sin embargo, advierte que se debe eludir cualquier discurso o señal que implique retornar al pasado neoliberal. «El Bolivia dijo ‘no’ o dice ‘no’,  contiene  una carga de futuro y de propuesta democrática alternativa extraordinaria», finalizó.Las pautas de una nueva iniciativa que se hace ecoConcreto. El escenario político de momento se presenta en dos contextos: un gobierno que ya se encuentra a punto de cumplir sus 14 años de gestión consecutiva, busca afanosamente entrar en campaña electoral para dejar por superado la polémica de los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016; y la población ciudadana que vía plataformas ciudadanas pide el respeto a los principios constitucionales del 21F.Agendas. Frente al MAS que, apoyados por un fallo constitucional del TCP del 2017, emancipa la repostulación de Evo Morales para el periodo 2020-2025,  Erika Brockmann, analista política, señala que lo importante es comenzar a visualizar a los liderazgos más renovados y generacionales con mayor potencial, pasta y capacidad política para ser parte de la estrategia de poder electoral.Por su parte, Arias remarca que lo del 21 F si bien suena como un grito, es en el fondo ese descontento que cada vez se hace generalizado. «El Bolivia dijo no, resume las expectativas, la protesta y al mismo tiempo la propuesta alternativa», define.Según los expertos, en el mas hay una incertidumbreAnalistas. Según el politólogo Carlos Cordero Carrafa, la acción del Gobierno llevada forzada políticamente hacia una decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), devela una debilidad en el fondo del partido de gobierno que no ha logrado construir un liderazgo alternativo a la figura de Evo Morales. «Esto sin duda no es un avance democrático, es un retroceso que lesiona la voluntad popular y la conciencia democrática del pueblo», señaló.Proceso. El MAS, a partir del fracaso electoral del 2016 en el referéndum del 21 de febrero, tuvo una vertiginosa declinación en la popularidad y la figura de su líder, el presidente Evo Morales.Sin embargo, el oficialismo  asentado en sus bases sociales, decidió no respetar ese resultado del referéndum y presentó un recurso judicial ante el Tribunal Constitucional, que luego falló a favor de los objetivos que buscan mantener en el poder a Morales.El TCP alegó que de acuerdo al artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos, «el derecho a la reelección es un derecho humano por encima de la Constitución Política del Estado y de la voluntad popular del pueblo boliviano, expresada en el referendo del 21F».Punto de vista‘Las plataformas son el germen de nuevos partidos’Renzo AbruzzezeSociólogo y analista político«Creo que el movimiento ciudadano generará alguna opción política, pero veo muy difícil que pueda avanzar si no se alía un partido con sigla aprobada, y más difícil aún que pueda lograr personería en lo que queda hasta las elecciones. Una política de alianzas tomará fuerza en los próximos meses. El problema será quién lo lidera.Sin embargo, es muy difícil lograr consensos con las fuerzas políticas actuales, no obstante, se logrará un considerable consenso de las fuerzas emergentes, este consenso ciudadano, se impondrá a la sigla con mayores ventajas comparativas, probablemente ninguno de los partidos de oposición formarán parte de la posibilidad mencionada.Carlos Mesa es ya el mejor referente y pienso que terminará como el catalizador y líder de las nuevas fuerzas ciudadanas.El único político de vieja cuña que perfila una clara influencia es Mesa. Revilla no tiene aún un espectro presidenciable ni control del territorio nacionalLos movimientos ciudadanos en torno al 21F son el germen de los nuevos partidos democráticos que disputarán el poder con las fuerzas indígenas en lo que va de la historia y en los próximos 20 años.Aunque  la  oposición se muestra amorfa por la ausencia de un planteamiento ideológico y la falta de una estructura política tangible, más temprano que tarde adoptarán parámetros ideológicos y organizarán o se apropiarán de estructuras ya funcionantes”.‘El escenario político tiene dos definiciones. Una es la acción del MAS por activar la carrera electoral. Y la agenda ciudadana de defensa del 21F’.Carlos Cordero CarrafaPolitólogo