Cinco pisadas de un animal bípedo del período Cretácico quedaron impresas sobre una capa fina de barro en lo que hoy es Corea.
Pisando el barro
Intricate skin impressions still visible on ‘exquisitely preserved’ dinosaur footprints https://t.co/9m8kXf9x2ipic.twitter.com/qN5sqcbxWE
— Gizmodo (@Gizmodo) 9 de abril de 2019
«Las huellas se formaron en una capa muy sutil de barro fino«, dijo el científico estadounidense, que comparó este soporte con «una capa de pintura fresca de solo un milímetro de espesor». Cuando el pequeño dinosaurio, del tamaño de un mirlo, pisó aquella superficie firme y pegajosa, sin resbalar ni deslizarse, la textura de la piel de la planta del pie quedó grabada con todo detalle, explicó.Las huellas fueron descubiertas durante unas excavaciones a gran escala por el científico coreano Kyung Soo Kim, quien estaba a cargo de la prospección paleontológica y posteriormente integró el equipo investigador. Soo Kim vio la primera huella en una losa rota de roca y detuvo los trabajos hasta que recuperó el resto de huellas.
Índices clave
Las dimensiones medias del conjunto son de 2,38 por 1,93 centímetros, según detallaron los investigadores en un artículo que publicó la revista Nature Scientific Reports. Las huellas están bien espaciadas, lo que permitió a los investigadores calcular que la longitud media de la zancada era de 39,6 centímetros.Una huella se conservó peor que el resto porque tiene sobreimpresa la pisada de un pterosaurio, un animal volador mucho más grande y que vivió también durante el Cretácico, un periodo que comenzó hace 145 millones de años. Sin embargo, los científicos no destacan tanto esta insólita coincidencia como la baja proporción, menos del 1 %, de huellas de dinosaurios que conservan rasgos de la piel, mientras que la muestra de Jinju representa perfectamente el patrón de la piel que tenía el Minisauripus.
Fuente: actualidad.rt.com