El Gobierno se llevó a un grupo de mineros (con casco y todo) a una reunión que tenían prevista con los médicos. La idea era confrontar a los profesionales de la salud con los más aguerridos dirigentes, dispuestos a meter dinamita, si es posible, con tal de salirse con la suya. No vamos a seguir abundando sobre el papel que el régimen les había asignado a esos trabajadores, para no seguir humillándolos, pero en el futuro tal vez haga falta sumar un collar y una cadena a la utilería. Triste rol para la otrora “gloriosa” COB. El hecho es que los médicos, que ya están curtidos con esta clase de maniobras, no aceptaron esas condiciones y se retiraron.
El Ministerio de Salud ha dicho que está dispuesto a seguir dialogando, pero antes de arrimar las sillas, ha mandado a otro de sus “sabuesos” a iniciar una denuncia penal contra los hombres y mujeres de blanco que exigen mejores condiciones de trabajo.
Fuente: eldia.com.bo