Bajo el Penoco
Sin declaratoria de estado de desastre, los anuncios de la llegada de ayuda internacional no son más que una pantomima. Este estatus legal que se aplica en situaciones graves en todo el mundo, no solo brinda facilidades para que puedan ingresar equipos, medios de transporte, personal, insumos, alimentos y cualquier otro tipo de elemento, sino también las garantías a los cooperantes de que no habrá ninguna complicación aduanera, cobros irregulares, trabas burocráticas ni trámites excesivos que resulten onerosos o terminen perjudicando al que busca brindar asistencia.
Con la declaración correcta y el aval de la Cancillería la ayuda fluye y nadie sale perjudicado, sobre todo en Bolivia, donde es legendaria la viveza criolla que intenta lucrar hasta en las circunstancias más difíciles. El presidente Morales se resiste porque quiere proteger su imagen, aunque tras los incendios, no cabe duda que justamente es su popularidad la que está en riesgo de desastre.
Fuente: El Día
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