Camacho acusa a Murillo de presionar a los ex ‘refugiados’ para que no apoyen su candidatura; el ministro lo niega

El candidato a la presidencia por la alianza Creemos aseguró estar dispuesto a poner «en blanco» su candidatura y la de Marco Pumari, si se garantiza una real democracia y libertad, antes que la unidad de los políticos.

Luis Fernando Camacho, candidato presidencial por Creemos, sentado al lado de Tuto Quiroga y Carlos Mesa.
eju.tv El candidato por la alianza Creemos, Luis Fernando Camacho, dijo que solo estará presto a hablar de unidad en el país cuando se garantice la democracia y la libertad en el país. Con esa advertencia previa, el exlíder cívico cruceño acusó al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de presionar a los ‘exiliados’ que volvieron al país, como Manfred Reyes Villa, Mario Cossío y otros, con sus juicios o procesos que tienen en el país.Camacho se dirigió a la presidenta y candidata Jeanine Áñez, para decirle que seguramente ella desconoce esa situación, pero que se sentía obligado a decirle ya que por ese tipo de presiones es que mucha gente le dice que su gestión se parece a la del expresidente Evo Morales (MAS).»No pretendo ir a un proceso (electoral) callándome», insistió y pidió a los presentes que denuncien estas presiones. Incluso dijo estar dispuesto a «poner en blanco» su candidatura y la de Marco Pumari, quien postula a la vicepresidencia por la alianza Creemos, a fin de sentarse a dialogar para conseguir la unidad en beneficio del país. «No me interesa la unidad, si no hay democracia y libertad en el país (…) Sentémonos cuando estemos en igualdad de condiciones, no usted arriba (Jeanine Áñez) y nosotros abajo», enfatizó.Por su parte, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, negó la acusación de Camacho y hasta le respondió en medio de la alocución del exlíder cívico, siendo este momento uno de los más tensos del ‘Encuentro por la unidad’, que se realiza en este momento en el Comité pro Santa Cruz.Mientras tanto, el exprefecto de Tarija, Mario Cossío, que retornó al país después de más de 10 años, aseguró que todavía no ha concluido el proceso de recuperación de democracia en el país, porque si bien hay otro presidente, todas las estructuras que «han sido montadas para sostener la dictadura están intactas».Cossío lamentó incluso la vigencia de la Constitución que fue «acomodada a una visión totalitaria» y de un Órgano Electoral que, si bien tiene una representación del Ejecutivo, también cuenta con una amplia mayoría masista designada por la Asamblea Legislativa.Asimismo, cuestionó al órgano judicial al señalar que sigue siendo el mismo que se puso «al servicio de la dictadura» para perseguir a miles de bolivianos.