La justicia prolonga y profundiza el vía crucis de las mujeres agredidas

 

Los casos de violencia contra la mujer cuando llegan a la justicia sufren otro martirio, que se traduce en las permanentes postergaciones de las audiencias, amenazas a la mujer que se animó a denunciar el hecho, presiones a los jueces y otras situaciones adversas en las que la principal afectada es la propia mujer que se decidió encarar al agresor a través de un proceso ordinario.



Los casos de retardación de justicia, de sufrimiento de la mujer y de demostración del poder del hombre son muchos, y de eso lo saben los jueces que con seguridad tienen archivados cientos de hechos.

Para muestra un botón. Paola Verónica Soliz que sufrió una severa golpiza de parte de su pareja en agosto de 2018 siente en carne propia la vergonzosa situación de los juzgados, que se han acostumbrado a suspender las audiencias, bajo diferentes pretextos del agresor.

“Celso Vallejos Orellana  es la persona  con la que llevaba mi relación  sentimental  con el cual tengo una niña. Una vez sufrió un accidente de tránsito, le hicieron cirugía, ante lo cual lo estuve atendiendo, y así fue recuperándose, hasta que un día él estaba buscando una ropa  y no la encontraba. Entonces empezó a insultarme y decirme a quien de mis machos había regalado su ropa y muchos otros improperios  a los cuales estaba acostumbrado hacerlo y si yo le contestaba me agarraba el cuello y me ha pegado en muchas ocasiones; pero yo no lo quise denunciar, ya que una vez que me pegaba me pedía perdón y que no lo volvería hacer y así en muchas ocasiones, hasta que en un de esas me causó un impedimento de siete día”, relata la víctima de este caso de violencia que ya lleva más de dos años en los estrados judiciales.

Hasta que Paola Verónica Soliz decide denunciarlo ante el Tribunal Departamental de Justicia, soportando nuevas agresiones a su situación, debido a la falta de sentencia y que los jueces actúen de acuerdo a lo que mando la Ley 348, que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia.

Su caso viene siendo apoyado por la Casa de la Mujer, el mismo que ya ha sufrido más de diez suspensiones de audiencia y ha pasado de juzgado en juzgado, tal como ella misma lo relata. “Siempre había pretextos para suspender las audiencias, como que estaban de vacaciones, no se lo notificaba al agresor y muchas otras situaciones lamentables”. Agrega que una juez Murillo le dio detención domiciliaria, pero luego su caso fue sorteado a los juzgados del Norte, pero de allá lo rebotaron bajo el argumento de que el hecho ocurrió en el centro. Se sortea de nuevo y recae en el Juzgado Noveno de Sentencia con el juez Coronado, quien levanta la detención señalando que es para que pague la pensión a la hija que ambos tienen. Pero Paola denuncia que durante varios meses no le pasa nada de pensiones.

Este martes 1 de septiembre estaba programada la audiencia, pero el denunciado alegó que no se lo notificaron con todo el expediente, el cual tiene muchos cuerpos. La audiencia fue suspendida para el viernes 4 de septiembre.

Paola Verónica hace más de dos años viene peregrinando los estrados judiciales. Incluso envió una carta a los anteriores gobernantes exigiendo justicia y denunciando que de forma permanente es objeto de amenazas de su ex pareja, que incluso le dijo que “la iba a matar en cualquier momento”.