Fuente: lostiempos.com
“El fútbol está dañado por todos lados”, es la síntesis del sentir del entrenador del club Guabirá, Víctor Hugo “Copito” Andrada, que se encuentra muy preocupado por la situación actual en el país, que no permite que el balón pueda volver a rodar.
El primer gran daño al fútbol vino con la pandemia, que obligó al Gobierno a decretar cuarentena rígida en Bolivia, paralizando toda actividad deportiva.
Cuando se esperaba la reanudación del fútbol, se vino la crisis dirigencial en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) con la pugna por el sillón presidencial, entre Marcos Rodríguez y Robert Blanco, que evitó efectuar el consejo superior para fijar la fecha de reinicio del torneo Apertura, en varias ocasiones, por falta de quórum.
A ello ahora se suman los conflictos sociales que originaron bloqueos y paros cívicos en parte del territorio nacional, motivo por el que no se realizó el consejo de la División Profesional, en La Paz.
“Esperamos que estos problemas se solucionen pronto. La verdad, ahora sí que estamos muy preocupados”, lamentó Copito Andrada.
AZUCARERO, PERJUDICADO
La coyuntura social viene afectando de gran manera al conjunto azucarero, que en los últimos días se vio en problemas para cumplir con su planificación de trabajo, toda vez que no pudo entrenar con el plantel en pleno.
La pasada semana, el plantel de Copito sólo entrenó con todo el grupo durante tres jornadas. En la presente jornada, se espera que todo vuelva a ser normal para trabajar con todo el plantel en el Complejo Deportivo de Celina, aunque los jugadores que viven en Montero tendrán que sortear el bloqueo que aún se mantiene en la zona.