El MAS desempolva el discurso de la «media luna» para anular a la oposición

El presidente, Luis Arce, aseguró que “la derecha” quiere reactivar la “medida luna” para convulsionar el país.

El presidente, Luis Arce, y el expresidente Evo Morales. / Fotocomposición: Página Siete.

 

Fuente: paginasiete.bo



 

En el ampliado de emergencia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), el presidente, Luis Arce, aseguró que “la derecha” quiere reactivar la “medida luna”. La autoridad indicó que este grupo pretende convulsionar el país y pidió unidad a los campesinos para impedir esta «confabulación».

“Hay que tener presente que la derecha no duerme, que la derecha está ahí y sigue organizándose y confabulando contra nuestro proceso de cambio. (…) Ese es un requisito fundamental (la unidad) para que podamos enfrentar a esa derecha que está ahí (…), que está intentando reeditar lo que habíamos visto con la media luna y con todo lo que significa una derecha racista, regionalista y que no quiere el desarrollo y progreso de los bolivianos”, dijo Arce durante el ampliado.

Según el mandatario, los opositores se articulan en diferentes departamentos, como Pando, Beni, Santa Cruz, Tarija o Potosí. Agregó que lo que quieren hacer es “convulsionar” el país para generar una sensación de desgobierno y tomar ventaja posteriormente.

Por su parte, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, llamó a la unidad a los campesinos para defender al actual Gobierno. El exmandatario habló sobre un encuentro que tuvo el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, con personal de la Embajada de Estados Unidos, para inaugurar unas oficinas.

“Algunas autoridades (cómo Camacho) equivocadamente, inconstitucionalmente, están queriendo implementar el separatismo. Hermanas y hermanos con eso es importante una profunda reflexión”, indicó.

En 2008 los entonces prefectos y parte de las poblaciones de Santa Cruz, Beni, Pando, Chuquisaca y Tarija apoyaron la implementación del sistema autonómico del país. En estas regiones se realizaron paros cívicos para lograr la implementación de las autonomías y para que las regiones puedan administrar sus recursos.

Morales, que ese año era presidente del país, junto a sus autoridades y legisladores acusaron a los opositores de querer dividir Bolivia. Estos bloques fueron calificados de “media luna”, “separatistas” y “antipatrias”.

Esto ocasionó la polarización del país y de los sectores que integraban el partido azul; en varios puntos del país se  registraron enfrentamientos con quienes pedían autonomías. El escenario de mayor violencia se suscitó en Porvenir (Pando), donde 30 campesinos murieron.

El Gobierno acusó de este hecho al prefecto pandino Leopoldo Fernández, por supuestamente haber organizado grupos de choque. Entre tanto, desde la oposición apuntaron al exministro Juan Ramón Quintana de armar ese caso para hacerse del control de la administración regional.

En 2009, la Policía mató a presuntos terrorista en el Hotel Las Américas (Santa Cruz). En ese entonces, Morales dijo que los uniformados «desarticularon» a un grupo de «mercenarios extranjeros», ayudados por bolivianos, que tenían como objetivo asesinarlo. Los opositores aseguran que el caso fue montado por el Gobierno para anular al movimiento autonomista cruceño.