La estrategia de Quintana para Jeanine

El pasado lunes reapareció en escena el ex hombre fuerte del régimen de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, para decir que “Jeanine Añez está en la frontera de su quiebre emocional” y que en cuanto esto se produzca podría inculpar a otros líderes de oposición en el supuesto “golpe de Estado”.

Fuente: Publico.bo (La Semana Política)



Como siempre, la malicia del ex ministro se vuelve torpeza, dejando entrever los planes reservados del entorno evista para la ex mandataria constitucional: inducir el “quiebre emocional” (acción catalogable como tortura psicológica) para lograr la autoincriminación de Añez, extensible a otros, en algo que jamás pasó.

Teniendo en cuenta que se ha denunciado que la ex presidente está recibiendo medicación inadecuada, que le genera desde estados depresivos severos hasta microembolias, debemos recordar que esta ha sido una metodología común en las prisiones políticas cubanas, aunque sea originalmente de factura soviética.

¿Se están importando los métodos de tortura psicológica de la Cuba castrista, donde Quintana fue embajador?

 El Grupo de Puebla desarticulado

El miércoles, las principales cabezas de la diplomacia del gobierno de Luis Arce sufrieron un traspié importante en la OEA, más precisamente en la reunión convocada a su pedido para intentar defenestrar a Luis Almagro por su actuación durante el fraude electoral del 2019.

Sólo las delegaciones de 3 países (Argentina, México y la dictadura de Nicaragua) apoyaron la moción contra el Secretario General, mientras que otras 13 naciones respaldaron a Almagro.

Más allá del nuevo revés de la administración de Arce frente a la comunidad internacional, llama la atención la escasa articulación mostrada por el Grupo de Puebla, que no logró siquiera la participación del Perú de Castillo o de algunas de las repúblicas antillanas que otrora bailaban al son del petróleo de PDVSA.

Velocidad de la transformación judicial

Poco a poco, va volviéndose uno de los ejes de discusión nacional el tiempo que sería requerido para operar una reforma significativa en la justicia. Mientras que el experto constitucionalista José Antonio Rivera dijo que esto podría ponerse en marcha en “seis meses a un año”, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, experto en el cultivo de hoja de coca, opinó que esto llevaría cinco años.

Aún más lejos fue el ministro de justicia Iván Lima, para quien “no hay una fecha para que la justicia sea independiente”, dejando el asunto para las calendas griegas.

La velocidad de la transformación judicial es un tema clave, en la disyuntiva de eternizar la polarización con jueces teledirigidos desde la Casa del Pueblo, o de contar con tribunales y fiscales imparciales que realmente puedan impulsar una resolución creíble para los sucesos de violencia del 2019.

Ideologización de instituciones culturales

Durante la semana se conoció que el presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) tuiteó en su cuenta a favor de los fundamentalistas talibanes, protectores de terroristas internacionales y feroces enemigos de la educación femenina. Esto se suma a las convocatorias hechas desde esa Fundación, la principal institución cultural del Estado boliviano, para concursos sobre Sacaba y Senkata, olvidando otros hechos menos convenientes para la narrativa oficial como Montero o Vila Vila.

En realidad, la ideologización de la FCBCB viene desde varios años atrás, siendo recordadas en gestiones anteriores la censura a los escritores cubanos disidentes Wendy Guerra y William Navarrete (2014) y la destitución de Marcela Inch de la Biblioteca Nacional por motivos políticos (2011).

Es de lamentar la instrumentalización de esa entidad para el adoctrinamiento, evidenciando que en la agenda de los próximos años será necesario plantear una nueva política cultural, pluralista y republicana.

Emilio Martínez Cardona

Escritor y analista política