Áreas protegidas ‘celebran’ su día con más de medio millón de ha quemadas

 

Fuente: El Deber
Silvana Vincenti

 

 

“Salgamos con soluciones para que esto no se repita. No es posible que cada año estemos en esta situación, ninguna ayuda será suficiente. Podemos donar lo que sea, pero no se revierte lo sucedido, es muy triste lo que pasa, tanta muerte”, dijo Rosa Leny Cuéllar, de la Fundación para la Conservación Bosque Seco Chiquitano (FCBC), durante el acto por el Día Nacional de las Áreas Protegidas, que se conmemora el 4 de septiembre.

En el evento, organizado por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), se entregaron algunas donaciones para los guardaparques, que además cumplen el rol de bomberos forestales, y que han salido de sus bases de operaciones en varios departamentos para luchar contra el fuego en Santa Cruz.

El día de la ‘celebración’, cuatro áreas protegidas (AP) ardían: AMNI San Matías, Otuquis, Bajo Paraguá y Noel Kempff Mercado. Según datos de la Gobernación de Santa Cruz, hasta la fecha, en lo que va de este año, las hectáreas afectadas dentro de AP nacionales, departamentales y municipales ya superó el medio millón (580.488) de hectáreas. La cifra que maneja FCBC para Santa Cruz es de 710.280 ha, solo en zonas de protección, mientras que el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, aseguró que el 67% del área afectada por el fuego corresponde a Santa Cruz, y el 26% a Beni, sobre un total de 1.407.914 ha. Sin embargo, datos de la Gobernación de Beni aseguraban que solo en ese departamento, hasta hace pocos días, ya se reportaban aproximadamente 700 mil ha quemadas en 2021.

El área protegida más dañada en Santa Cruz es San Matías, con el 57% de afectación por las llamas. Es el tercer año consecutivo que se quema. Asimismo, el año pasado es el AP que presentó la mayor cantidad de focos de quema, según datos de FCBC; en 2020, la Gobernación reportó 1.285 focos solo dentro del AMNI, el número más alto dentro de AP.

Festejo agridulce

En el evento por el Día Nacional de las AP participaron representantes de campesinos de Potosí, autoridades de la Cámara de Diputados, municipales de Roboré, del Sernap, de la Autoridad de Bosque y Tierra (ABT), empresarios de mina San Cristóbal, que hizo una donación, funcionarios de organizaciones ambientalistas y guardaparques.

En las intervenciones de los guardaparques, casi a modo de clamor, los guardianes del bosque hicieron una serie de pedidos a las autoridades presentes.

“Vengo de donde nacieron los cóndores, hasta donde nacen los jaguares. Son tres años que se quema esta zona y seguimos con mochilas y palas, pensemos en sistemas aéreos, en helicópteros. La ABT tiene que reformular su autorización de quemas, ser más drástica. Nosotros también somos humanos, nuestro ciclo de vida se acorta al inhalar humo y cenizas. Tenemos 18 guardaparques muertos, celebramos este día con dolor, con llanto, porque hemos visto jaguares muertos, con las patitas quemadas, escapando del fuego, la realidad es triste”, dijo Santos Mamani, guardaparques de Cotapata (La Paz), y líder de la Asociación Boliviana de Agentes de Conservación (Abolac), que llegó para ayudar en la Chiquitania.

Mamani aprovechó la presencia de la vicepresidenta de la Cámara de Diputados para pedirle una normativa que permita a los guardaparques tener la condición de ítem del Tesoro General de la Nación (TGN), ya que la mayoría son eventuales, aunque algunos trabajan hace más de 20 años.

Ricardo Barbery, guardaparque del AMNI San Matías, exhortó a las autoridades a escuchar a los custodios del bosque cuando estos alerten sobre incendios. Lamentó que, a pesar de las gestiones y alertas, la ayuda llegó 15 días después, y tres luego de que el fuego se hiciera incontrolable. Asimismo, clamó por una cisterna para dar agua a los animales. “Nuestros bosques se están consumiendo, los animales se convierten en cenizas, necesitamos llevarles agua de donde ellos beben, ayúdennos a conseguir una cisterna y un tractor. Nuestro único color es el verde naturaleza, el de la vida”, dijo.

Vicente Parabá, del Comité de Gestión del AMNI San Matías, agradeció a las autoridades presentes por “pisar el lugar”, para que sientan en la propia piel las necesidades del parque. También auguró que, de seguir el ritmo de las quemas, no habrá ni agua ni oxígeno para las comunidades. Sutilmente,Parabá nombró a Nardy Velasco, dirigente de la Central Indígena Chiquitana de Roboré, que estuvo ausente. Ella confirmó a EL DEBER que no fue invitada a la cita.

Luis Flores asistió de parte de la ABT, insistió en que la mayor parte de las quemas se dieron en pastizales, y que a pesar de no ser bomberos, apoyan con la logística.

“Los guardaparques tampoco son bomberos, y han asumido ese compromiso de vida. Todos debemos hacerlo”, respondió a su turno Rosa Leny Cuéllar, de FCBC.