¡Paguen para subvencionar a BoA!

“Montaño pide al nuevo accionista de Amaszonas pagar los Bs 129 millones que esa aerolínea adeuda al Estado”; “Para que esos recursos sean cancelados al Estado boliviano y se los invierta «en transporte aéreo«. O sea, ayudar a BOA…

“Recordó que la empresa debe Bs 11,9 millones a la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Bs 8,2 millones a Servicios de Aeropuertos de Bolivia (Sabsa), Bs 2,8 millones a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) y Bs 106 millones al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).” (Se olvidó mencionar cuanto debe BoA, obviamente es el triple de lo de AMASZONAS)



Entendamos esta patraña gubernamental en contra de una empresa privada nacional que recientemente fue adquirida por empresarios extranjeros, que, de una manera sorpresiva aún creen en el país y en el Gobierno masista.

Para los bolivianos, es mucho cinismo que el ministro del área sea tan bocón y sin escrúpulos, que les pida a los nuevos dueños de AMASZONAS que paguen sus deudas con el Estado boliviano, sin considerar que existen planes de pagos contraídos por los antiguos ejecutivos de esta empresa, bolivianos de pura cepa, para ir cumpliendo las cuotas acordadas con las distintas entidades públicas.

Los nuevos propietarios de esta “PUNTUAL LÍNEA AÉREA”, quieren honrar todas las deudas por lo que se tiene leído y se los ha escuchado. La crisis de la pandemia a nivel mundial afectó las economías de todas las empresas y de cada uno de los mortales.  Y los gobiernos coherentes intentan buscar los mecanismos adecuados de manera amigable entre partes, para que las empresas subsistan y los empleos se mantengan.

Pero no deja de existir siempre un desubicado socialista, que, en un negocio entre privados vea la oportunidad de ver como exprimir recursos financieros para beneficio de muchas empresas públicas quebradas como es la línea aérea BoA y seguirla subvencionando.

Al respecto, para que todos entendamos lo que viene ocurriendo en el sector aeronáutico de nuestro país. La línea aérea bandera azulina está casi en quiebra, lo más importante es que esta situación se viene arrastrando mucho antes del Gobierno de transición y de la pandemia.

Según el Ministerio de Economía y Finanzas MAS recursos públicos, aunque quieran esconder los datos, se evidencia que la utilidad neta de BoA viene cayendo desde el año 2016, donde se aprecia que, en el año 2019 tuvo una pérdida de 195 millones de bolivianos y que la misma se verá incrementada el año 2020, que se puede estimar en unos 300 millones de bolivianos si no es MÁS.

En los análisis económicos financieros, que hemos podido observar, señala que BoA no cuenta con capacidad de endeudamiento ni siquiera a corto plazo, y lo curioso es que esta empresa tiene dos créditos aprobados del Banco Central llamado FINPRO por 225 millones de bolivianos, de los cuales ya fueron desembolsados 52 millones desde el año 2018, para cubrir gastos corrientes únicamente. Sin contar los 38 millones de bolivianos que el Gobierno les dio, como aporte de capital (Regalar la plata del pueblo, se llama a calzón quitado) el mes de diciembre de 2020. Créditos que no tendrían para nada la capacidad de pago de parte de la empresa.

Ojo, que los datos de la deuda pública, no son públicos, ya que siempre se esconderán los escándalos y la corrupción al pueblo.

Como quien dice, cobrar para que la competencia pueda volar. En economía, la izquierda confía en la planificación y regulación estatal. Pone el acento en la distribución, en el principio de reparto para todo tipo de ayudas o prestaciones, según la necesidad y la prioridad política. Es típico del MAS en el Gobierno, que se gaste MÁS de lo que ingresa, incrementando la deuda y llevando la Hacienda Pública a la bancarrota.

Cuando el erario quede exhausto, se llamará de nuevo a la derecha… y así se explica en buena medida, desde el punto de vista económico, la alternancia entre izquierda y derecha al frente de los gobiernos, peor en nuestro país lleno de gobernantes corruptos.

Desde una óptica moral podríamos señalar sendos vicios característicos del actuar gubernamental que en Bolivia actualmente existe: la envidia sería el vicio típico de la izquierda y de los que nunca trabajaron, peor aún, nunca generaron empleos. La envidia lleva a desear la aniquilación de los bienes desigualmente repartidos o incluso la muerte de sus propietarios y este es el camino que se están acostumbrando los masistas mediocres. Lo que no puede ser para todos por igual hay que destruirlo, es la mentalidad de este ministrillo.

Del otro lado, estamos seguros de que los nuevos accionistas de AMASZONAS, están confiando en el mercado boliviano, en la iniciativa privada, en la creación de nuevos destinos turísticos, en la creación de nuevos empleos y en la oportunidad de generar nuevas oportunidades de negocios, simplemente estimulando el crecimiento económico de la empresa aérea que han comprado.

Mientras el MAS y su sistema socialista apunta a un futuro utópico, paraíso celestial bajado a la tierra. Los empresarios miran con nostalgia al pasado, cuando el mundo estaba en orden. Por ahora, el masismo utiliza el poder estatal para ir adelante o para volver atrás; promueven el rechazo del presente, la ofuscación del futuro y la enemistad hacia los responsables que les hacen sombra a sus empresas públicas deficitarias.