Balance económico de 2021 y perspectivas para 2022

Tras la ruptura del orden constitucional y la toma de mando del Gobierno de Facto (GF), debido a los conflictos sociales y políticos de octubre y noviembre de 2019, Bolivia inició un periodo de incertidumbre con terribles impactos negativos en su economía y en la calidad de vida de la población, sumado a este escenario el arribo del Covid-19 y la pésima administración pública del GF, llevando a la economía nacional a una profunda crisis con un acentuado decrecimiento económico.

Con el retorno de un gobierno elegido democráticamente liderado por el presidente Luis Arce Catacora, desde noviembre de 2020 el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia implementó medidas económicas y sociales para la reconstrucción y la reactivación de la economía boliviana, con pilares basados en el restablecimiento del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), sin descuidar la salud de las bolivianas y bolivianos mediante la ejecución el plan estratégico de lucha contra el Covid-19.

Es así que, por el lado de la demanda se aplicaron las siguientes medidas: Reactivación de la Inversión Pública con un presupuesto de USD 4.011 millones; Bono contra el Hambre de Bs. 1.000.- con más de 4 millones de beneficiarios, desembolsando USD 588 millones al 31 de mayo de 2021; Aumento adicional y extraordinario  de 1,5% a las rentas de 219.963 los jubilados; Reintegro al Impuesto al Valor Agregado con un importe devuelto de Bs. 25,1 millones al 31 de diciembre de 2021, beneficiando a 67.755 personas naturales; Impuesto a las Grandes Fortunas cuya recaudación asciende a Bs. 240,1 millones; Incremento del 2% del salario mínimo nacional a Bs. 2.164; Creación de 2.500 ítems para salud y 1.700 destinados a educación; y la Devolución Total o Parcial de los Aportes de Pensiones.



Asimismo, por el lado de la oferta se tiene: Fortalecimiento y reactivación de empresas públicas; Restablecimiento de límites de cartera para apoyar al sector productivo; Refinanciamiento y/o Reprogramación de créditos y periodo de gracia; Apoyo al sector productivo y promoción de la Política de Sustitución de Importaciones mediante el Crédito SIBOLIVIA con más de Bs. 911 millones; Fondo de Garantía para el Desarrollo de la Industria Nacional por Bs. 150 millones para cubrir el 50% de la garantía de créditos SIBOLIVIA; Fondo Concursable de Inversión Pública Productiva el cual destina hasta Bs. 1.500 millones en favor de los Gobiernos Subnacionales, para financiar proyectos de inversión; Fideicomiso de Apoyo a la Reactivación de la Inversión Pública con un importe de hasta Bs. 2.000 millones; Ley de incentivos tributarios para el sector agropecuario e industrial; entre otras medidas de gran importancia.

En este sentido, y como producto de la acertada implementación de las políticas señaladas, la economía boliviana cerraría el 2021 con un crecimiento cercano al 6%, con una participación importante de los siguientes sectores: manufactura, construcción, transporte y minería. Al respecto, es necesario aclarar al lector que, dicho porcentaje es mayor al crecimiento de la economía de 4,4% establecido en el Programa Fiscal Financiero 2021, así como las cifras proyectadas del 4,7%, 5,1% y 5,5% por el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, y el Fondo Monetario Internacional, respectivamente. Las exportaciones incrementarían en más de USD 10.000 millones, a octubre de 2021 se tiene un balance comercial positivo por USD1.584 millones y una reducción en la tasa de desempleo de 5,2% con más de 1,1 millones de personas reinsertadas en el mercado laboral; asimismo, se tiene una inflación controlada y un menor déficit fiscal al previsto.

Para el 2022, se debe dar continuidad a las medidas económicas y sociales en el marco del MESCP, conjuntamente el plan de lucha contra el Covid-19, por lo que el Presupuesto General del Estado 2022 contempla cifras alentadoras para el país, con un crecimiento económico del 5,1% y una inversión pública de USD 5.015 millones, esta última permitirá fortalecer la matriz productiva para la sustitución de importaciones e industrialización a través de los sectores productivos e infraestructura, generando excedentes y fuentes de empleo, para la reducción de la pobreza; asimismo, se garantiza recursos para salud, educación, transferencias condicionadas y la redistribución de ingresos, dando la seguridad a la población que Bolivia está saliendo adelante.