Escalada de violencia en estadios exige tomar medidas urgentes

Invasión de cancha, golpes con butacas y objetos contundentes, personas desmayadas, familias huyendo… escenas dantescas que se registraron el 5 de marzo en el estadio La Corregidora de Querétaro, un claro ejemplo de que ante la escalada de violencia en los estadios de Latinoamérica urgen medidas punitivas para los responsables.

Fuente: lostiempos.com

Para muchos pudo ser un tema aislado, pero esos cruentos acontecimientos dieron inicio a una cadena de hechos que un día más tarde (6 de marzo) dejaron un muerto en Belo Horizonte, Brasil.



Pocos años atrás, las famosas peleas de ultras europeos y las horrendas escenas de violencia en el fútbol argentino llevaron a endurecer más los controles de seguridad y aplacar a los violentos, aquellos mal llamados “barras bravas”.

Hechos y sanciones

Un partido calificado de “alto riesgo” entre Gallos Blancos y los Zorros del Atlas no pasó desapercibido por la constante provocación entre aficiones de ambos bandos.

El saldo de los luctuosos hechos fue de al menos 26 personas heridas, nueve de ellas con pronósticos delicados. Otras versiones, principalmente de aficionados, dan cuenta de hasta 17 fallecidos, cifra desmentida por las autoridades de Querétaro.

Al margen de cualquier resultado, la reprochable violencia y la invasión de cancha y tribuna visitante demostraron que la irracionalidad humana no posee límites.

Ante el clamor de justicia, las autoridades mexicanas detuvieron a varios sospechosos de provocar los desmanes, principalmente de la barra brava de Gallos Blancos.

Pero el pedido de justicia no quedó ahí: solicitaron excluir definitivamente a Gallos Blancos de cualquier competencia, pero las sanciones definitivas emitidas por la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), mediante su código disciplinario, dan cuenta de que el club jugará un año entero a puertas cerradas y los actuales dueños del club deberán vender la franquicia.

En esta sanción, FIFA no tuvo participación alguna al tratarse de un tema jurisdiccional, pero las normas mexicanas están amparadas en la entidad mundial.

A ello se suma que las hinchadas visitantes quedaron prohibidas en México.

Ni bien el mundo del fútbol asimilaba lo acontecido en México, Belo Horizonte se enlutó un día después y poco antes del clásico entre Atlético Mineiro y Cruzeiro, cuando un choque entre barras de ambos clubes que se enfrentaron en una batalla campal dejaron un saldo de un fallecido y un herido, tras el disparo de un arma de fuego en la confrontación.

Según reportaron las autoridades de Minas Gerais, el enfrentamiento callejero entre barras se inició días antes en las redes sociales y una serie de provocaciones.

¿Qué hacer ahora?

Cada país miembro de FIFA posee un código disciplinario, que debe estar en plena comunión con el vigente desde la entidad mundial.

Si bien las sanciones de hechos violentos se establecen desde el ámbito de justicia deportiva, también la justicia ordinaria de cada país debe tomar cartas en el asunto.

A nivel deportivo, las sanciones pueden ser leves o drásticas, vetando a los violentos hasta un año sin poder ingresar a los recintos deportivos, prohibición de jugar con público al equipo infractor, además de multas pecuniarias que, según los hechos (cánticos racistas, homofóbicos y otros) van desde los 5 mil a más de 100 mil francos suizos (5 mil a 100 mil dólares).

Algunos países comenzaron a empadronar a los barras bravas para tomar control.

REGISTRO DE HINCHAS E IMPLEMENTACIÓN DE OFICIALES DE SEGURIDAD EN BOLIVIA

Gabriel Caero Rodríguez

La violencia no es ajena a ninguna realidad, menos a la boliviana. Ante hechos complicados del pasado y con lo acontecido días atrás en México y Brasil, en el balompié nacional se toman los recaudos para impedir dificultades a futuro.

“Para los partidos hay que contar con anillos de seguridad, estrictos controles, además, en el caso de Aurora, se tiene un registro de los componentes de la barra con direcciones, teléfonos dentro de una lista ante la Policía Boliviana.

Nuestra barra brava está registrada e identificada ante cualquier eventualidad”, explicó Jaime Cornejo, presidente de Aurora y director de la División Profesional en el Comité Ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).

A juicio del directivo, éste es un paso fundamental que se implementó en el club popular y que a nivel nacional pretende sea emulado por los restantes elencos.

La idea es que se lleve una contabilidad de quiénes son parte de las barras y evitar dificultades posteriores o que se involucre a las mismas en hechos violentos.

Además, Cornejo estableció que, a partir del reglamento Conmebol, se cuenta con oficiales de seguridad en cada club, siendo los responsables de garantizar el espectáculo.

“Se implementaron desde este año los oficiales de seguridad, por parte de la FBF y los clubes que estarán atentos ante un riesgo o potenciales riesgos”, acotó.