Taiwán abandona la estrategia ‘COVID-19 cero’ pese a explosión de casos

El archipiélago asiático, de 24 millones de habitantes, ha visto aumentar de manera exponencial el número de casos en las últimas semanas. Pero las autoridades están asumiendo la responsabilidad del cambio, al pasar de la estrategia draconiana de “COVID-19 cero” a una cierta relajación y aceptación de los contagios.

Con nuestro corresponsal en Taiwan, Adrien Simorre. 



Fue uno de los últimos países del mundo en escapar de la pandemia de coronavirus. Pero con 11.000 casos en menos de 24 horas el jueves, el número de contaminaciones batió un nuevo récord en Taiwán. Y el brote está lejos de terminar, dijo el martes la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen. «La tasa de propagación de Ómicron es muy alta. Basándonos en la experiencia de otros países, podemos decir que la epidemia en Taiwán está lejos de haber alcanzado su punto álgido», añadió la mandataria.

De hecho, esta explosión se esperaba desde hace unas semanas, ya que el Gobierno taiwanés está asumiendo su salida de la estrategia «COVID-19 cero». No se trata de seguir el ejemplo de Shanghái y su estricta contención, repite el gobierno. «Desde principios de año, más del 99% de los casos en Taiwán han sido asintomáticos o acompañados de síntomas leves. Por lo tanto, esta nueva variante es menos peligrosa que las anteriores. Por ello, nuestro objetivo es ahora limitar las formas graves de la enfermedad, manteniendo al mismo tiempo nuestra economía y nuestra vida social», explicó la presidenta Tsai Ing-wen.

Un resurgimiento el año pasado llevó a una nueva aplicación de medidas de distanciamiento social, costosas para la economía taiwanesa, hasta el final de esta oleada. Ahora las infecciones están volviendo a repuntar, pero las autoridades han anunciado que seguirán el ejemplo de otras economías, como Singapur, Australia y Nueva Zelanda, que han pasado de una estrategia de «COVID-19 cero» a aceptar un aumento de los casos.

En el ámbito público, muchas personas relativizan la situación. Esta semana, los residentes hicieron cola frente a las farmacias de la capital, Taipéi, para comprar kits de análisis, que ahora están racionados por el gobierno.

Casi el 80% de la población de la isla ha recibido dos dosis de la vacuna y el 58% ha recibido un refuerzo, pero se vigila la tasa de mortalidad entre los ancianos. En Taiwán, el 20% de las personas mayores de 75 años aún no se han vacunado. Por lo tanto, la reapertura completa de las fronteras se retrasará: por el momento, se mantiene la cuarentena de 10 días para entrar al país.

Con este cambio de política en Taiwán, China sigue siendo la única economía importante que se aferra a una estrategia draconiana de eliminación de COVID-19 con dolorosos confinamientos, incluso cuando la variante Ómicron socava estas defensas.

Con AFP.

Radio Francia Internacional