Se trata de un espacio de apoyo a periodistas en caso de vulneración de sus derechos en el ejercicio de su labor informativa. Entre enero y abril se registraron 61 casos.
Fuente: paginasiete.bo
Este 10 de mayo, Día del Periodista en Bolivia, se registra el nacimiento de la Red de Apoyo y Protección al Periodismo (RAPP). Periodistas y expertos destacan el rol de la iniciativa que emerge en un contexto en el que la justicia ha quedado ajena a las vulneraciones que tienen que ver con la libertad de expresión y el derecho de informar y ser informados.
“Un factor que nos motiva es la condición de impunidad generalizada de las vulneraciones al trabajo de la prensa. No hay una sola sentencia condenatoria”, dijo el consultor jurídico de la red RAPP, Ramiro Orías, quien recordó el caso Las Londras, suscitado a fines de octubre de 2021 y su investigación no avanza.
La RAPP estará al servicio de los periodistas de todo el país de forma gratuita, tanto para asesorarlos como para capacitarlos. Quienes deseen conocer más sobre esta iniciativa pueden ingresar al siguiente enlace: https://fundacionperiodismo.org/red-de-apoyo-para-periodistas/
Los periodistas y expertos coincidieron en la importancia de la creación de un espacio de apoyo a periodistas en caso de vulneración de sus derechos en el ejercicio de su labor informativa, también sobre la necesidad de capacitación en seguridad personal y digital y en la normativa vigente.
“No queremos victimizarnos: los periodistas queremos que la gente valore que somos los intermediarios entre el poder político y el ciudadano, y esta es una labor imprescindible para la democracia”, subrayó la directora de Página Siete, Mery Vaca.
La periodista describió una serie de ataques físicos, psicológicos, judiciales y cibernéticos sufridos por su equipo de prensa en los últimos meses, que han llevado incluso a la cárcel a un periodista.
En su opinión, es importante contar con asistencia jurídica en este tipo de casos.
Por su parte, el director del diario Los Tiempos, Marco Zelaya, consideró que “si algún sentido tiene la libertad de expresión, es decir a las personas, y en especial al poder, lo que no quieren oír; es decir, que la prensa siempre va a buscar los límites del poder, y en eso coincide con la Constitución Política del Estado, que es un instrumento de la democracia que hace posible ponerle límites al poder”.
Sin embargo, sostuvo que en Bolivia estamos lejos de eso, porque el poder político “penaliza, judicializa y amenaza el oficio de informar”.
Entre tanto, la directora de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas), Susana Eróstegui, recordó que entre enero y abril de 2022 se registraron 61 casos de vulneración de derechos de los trabajadores de la prensa, entre los cuales está la estigmatización de periodistas, las agresiones físicas, la criminalización del trabajo de la prensa y el ataque a los medios, según el Observatorio de Derechos Humanos, que impulsa esta entidad.
