Piden usar biotecnología en maíz para triplicar producción

Agropecuarios proponen introducir el maíz amarillo duro que es inmune al gusano cogollero, para aumentar la producción de este grano destinado a los animales.

 



Jorge Quispe / La Paz

Con el uso de la biotecnología en la siembra de maíz amarillo para animales, la producción de este cereal se puede incrementar tres veces más, según Óscar Mario Justiniano, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). La idea es apoyada por Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) y la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores Agropecuarios del Oriente (Cappo). Pero la Ley de la Madre Tierra no lo permite.

“Los países vecinos usan la biotecnología para tener mayor productividad en el campo, caso contrario es difícil ser competitivos. En vez de producir de tres a cuatro toneladas por hectárea, pasar a producir, como lo hace en Argentina, de 10 a 12 toneladas por hectárea”, explica Justiniano al referirse al maíz amarillo, consumido por los animales de granja en Bolivia.

En la semana, la Cappo y la Anapo plantearon también el uso de la biotecnología para este grano que en las últimas semanas escaseó.

“En Santa Cruz los dirigentes de pequeños productores de Cuatro Cañadas y San Julián ya han confirmado que un 60% de su producción es con maíz transgénico; por tanto, consideramos que lo mejor debería ser acceder a esta tecnología de una forma más ordenada y responsable para aprovechar el potencial productivo”, sostiene Jaime Hernández, gerente de la Anapo.

Justiniano explica que actualmente los maiceros deben fumigar de ocho a 10 veces sus plantaciones para evitar que el gusano cogollero devore el grano. Algo similar ocurría en Argentina y Brasil, donde ayudados con la biotecnología desarrollaron un maíz con un gen de girasol. “Ahora ese maíz es amargo, ya es no dulce y no atrae al gusano, con ello se ahorraron los costos de fumigación y agua, y la producción se elevó. Ése es el maíz que compramos a los vecinos para los animales de granja, no para el consumo humano”, dice.

Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), despeja más las dudas. “No hablamos del maíz para hacer api o pipocas, el que consumen las personas, sino del maíz amarillo”.

No obstante, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, recuerda que la Ley de la Madre Tierra no permite la utilización de la biotecnología. El artículo 24 de dicha norma indica: “Desarrollar acciones de protección del patrimonio genético de la agrobiodiversidad, prohibiendo la introducción, producción, uso, liberación al medio y comercialización de semillas genéticamente modificadas en Bolivia”, que pueden afectar la salud humana en territorio nacional.

Fuente: paginasiete.bo