Director de El Panamericano Deportivo
Fuente: https://www.paginasiete.bo
Ramiro Sánchez
El futbol boliviano, continúa siendo una guillotina para los directores técnicos y, varios equipos que no lograron trascender en el presente torneo, han optado por hacer “rodar cabezas”.
Las desvinculaciones más recientes, tienen que ver con Víctor Hugo Andrada (Real Tomayapo), Eduardo Villegas (AlwaysReady) y Julio Baldivieso (Royal Pari).
Existe una realidad que no se puede desconocer y es que, en esta profesión, los resultados mandan y, cuando estos no llegan, los directivos prescinden de los entrenadores, como si estos, fueran los únicos responsables de la crisis.
Además, estas salidas, dejan truncos pequeños pero importantes avances, en el modelo de juego de un equipo, su funcionamiento y, a la larga, “el remedio”, termina siendo peor que la enfermedad.
Así es el futbol boliviano, un escenario donde conviven la inestabilidad, presión de los hinchas y poco apego a los proyectos, combinación que no aporta nada bueno al desarrollo de los torneos; además, la paciencia es menor con los técnicos nacionales, tanto así que, de 16 equipos en la División Profesional, solo 4, tienen a un entrenador nacional al mando.
Ante esta realidad, consideramos que, los directivos, deben ampliar su análisis, más allá de los resultados y, reflexionar también, sobre otros aspectos como la promoción de jugadores, manejo de vestuario y objetivos alcanzados a corto y mediano plazo, en relación a algo que cada vez, es más difícil de hallar en los clubes del país: una identidad de juego.