Fuente: Asuntos Centrales
Melvy Aidee Vargas Bonilla
Economista con maestría en Demografía
De acuerdo a proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el departamento de Santa Cruz superó los 3,4 millones de habitantes, concentrando el 29% de la población nacional. Son estimaciones realizadas en base a ciertos parámetros de comportamiento de los tres componentes determinantes de la dinámica poblacional (fecundidad, mortalidad y migración) y nos muestran un acelerado crecimiento, teniendo en cuenta que, según el Censo de Población y Vivienda de 2012, el departamento alcanzaba a 2.657.762 habitantes, concentrando el 26,4% de la población nacional y registrando tasas de crecimiento superiores al promedio nacional.
De acuerdo a los datos del censo 2012, el 81,3% de la población se reside en el área urbana, es decir, en localidades de 2.000 o más habitantes, y sólo el 18,7% en el área rural. Además de esta fuerte concentración de la población en el área urbana, se debe tener en cuenta que el 54,3% de la población se encuentra en el municipio de Santa Cruz de la Sierra.
Santa Cruz seguirá creciendo por las características de su estructura de población. En 2012, el 32,3% eran menores de 15 años de edad, y el 63,6%, de 15 a 64 años, lo que determina que aún existe un fuerte contingente de personas que se irán incorporando a la actividad económica, además de los que llegarán cada año y que por lo general es población joven, en busca de mejores oportunidades laborales y calidad de vida.
La fuerte presencia de mujeres jóvenes en edad de procrear y los niveles aún por encima del promedio nacional (2,9 hijos por mujer), repercutirán en un número considerable de nacimientos, que van engrosando a una población con un rápido crecimiento.
Además de los nacimientos registrados en el departamento de Santa Cruz, se debe considerar el creciente número de personas que llegan cada año buscando mejores oportunidades, que, si bien incrementan directamente al tamaño de la población, también aportan con los nacimientos que ocurren entre las mujeres migrantes, y que, al nacer en el departamento, se los consideran como no migrantes.
No se vislumbra, a corto ni a medio plazo, un cambio de orientación de las corrientes migratorias que se generan en los restantes departamentos del país. Los flujos seguirán y es posible que se incrementen, en vez de disminuir, dado que no existe otro departamento que muestre el dinamismo económico de Santa Cruz, que sumado a las características de su población -entre los que sobresale la hospitalidad- genera la mayor atracción para los potenciales migrantes del interior y exterior del país.
También es cierto que el rápido crecimiento que experimentó Santa Cruz, pasando de 244.658 habitantes en 1950 a 2.657.762 en 2012, significa un incremento de casi 2,5 millones de personas en sólo 62 años, y generó grandes diferencias. Por un lado, una población con elevados niveles de ingreso, con capacidades para generar ganancia, con estándares de vida elevado, que impulsó la creación de áreas exclusivas, principalmente en la ciudad capital y que se replicó en algunos otros municipios. Por otro lado, está la creciente población que vive con deficiencias en vivienda, en el acceso a servicios básicos, en barrios o lugares con graves problemas de vinculación a los lugares de mayor actividad económica. Además, se debe mencionar también el incremento de la población en condición de pobreza, sea ésta reciente por problemas coyunturales o también los pobres inerciales que, por razones culturales viven en condición de pobreza porque no les interesa mejorar su condición de vida sino solo aumentar su capital de trabajo. También, tenemos otro grupo de población en aumento, que es la población en situación de calle.
Por todo lo anterior, es de gran importancia realizar lo más pronto posible un censo de población y vivienda que nos muestre los cambios reales que se han registrado desde el año 2000, donde se tenía un poco más de dos millones de personas, a la actualidad, cuando hace mucho superamos los tres millones.
Debe llamar la atención a cada una de las autoridades que tienen que ver con la planificación y a cada uno de los pobladores, cómo enfrentaremos los nuevos retos, mayor fuerza de trabajo que necesita fuentes de empleo, creciente población en edad de estudiar que requiere más establecimientos educativos u otras alternativas de capacitación, población creciente que cada vez demanda mayores centros de atención en salud, mayor crecimiento de viviendas y en área más extensas que necesita acceder a los servicios básicos de agua y energía eléctrica, entre otras demandas.
Fuente: Asuntos Centrales