Bolivia exporta el 50% de su etanol mientras importa más combustibles fósiles

YPFB afirma que el biocombustible reduce la subvención, pero en el mercado prefieren gasolina especial y que este ha sido el año que más han comprado el alcohol anhidro a las agroindustrias

Fernando Rojas Moreno

Fuente: El Deber



En 2018, el entonces presidente Evo Morales, en articulación con los agroindustriales del complejo productivo de la caña de azúcar, promulgó la Ley de Aditivos de Origen Vegetal y presumió de la irrupción de Bolivia en la era de los combustibles verdes (etanol) con la finalidad de sustituir gradualmente la importación de gasolina y diésel. Pasaron cuatro años y los actores del sector productivo perciben avances, pero a un ritmo lento y sin los resultados deseados.

Fuentes del sector agroindustrial denotan que la tarea pendiente sigue siendo la falta de voluntad del Gobierno para apostar de manera plena por el bioetanol, un aditivo que en la coyuntura actual de volatilidad del precio del petróleo, puede reemplazar el consumo y sustituir las importaciones de gasolina y diésel que, de enero a agosto de este año, con cifras del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), exceden los $us 2.778 millones. En 2021, en igual periodo, superó los $us 1.042 millones.

Argumentaron que en 2018 -cuando se lanzó el proyecto etanol- el precio del barril de petróleo fluctuaba entre $us 45 y 50. Hoy el barril se cotiza en $us 80 y hace un mes alcanzó los $us 100. “Llama la atención que YPFB importa un litro de gasolina, puesto en las principales ciudades del país a más de Bs 10, cuando el etanol vale casi la mitad (Bs 4,80). Se mezcla un 8% de etanol a la gasolina y no en todo el país, solo en el 80% del territorio nacional. La norma vigente obliga a YPFB hacer una mezcla del 12%. Si la proporción de mezcla pasa del 8 al 12%, ese 4%, significa 80 millones de litros al año y, en valor, un ahorro de $us 40 millones en la chequera estatal por sustituir importación de combustibles”, anotaron las fuentes, que pidieron la reserva de su nombre por temor a represalias.

Aclararon que el precio de etanol (Bs 4,80) que YPFB paga al sector agrícola e industrial fue establecido en un decreto firmado en 2018 por el Gobierno de aquel entonces, donde se fijó un precio invariable por cinco años que vence en 2023.

“Nos preocupa que Bolivia gaste $us 40 millones por incumplir la norma vigente, cuando puede comprar un producto nacional, sin considerar el efecto multiplicador que tiene en la economía nacional”, mencionaron, al aludir que la producción nacional de etanol este año ronda los 300 millones de litros, estimando fuera de los 160 millones de litros comprometidos mediante contrato con YPFB, una oferta exportable del 50%. Dudan que la estatal petrolera cumpla con el retiro del producto pactado.

Desde Santa Cruz se envía alcohol anhidro a Europa, Chile, Perú y Colombia. “Venimos exportando al puerto de Róterdam, a 6.000 km de distancia, y no es posible que nuestro etanol no pueda llegar a Cobija y Trinidad”, expresaron, al referir que lo hacen por falta de oportunidad de mercado en Bolivia y por los precios de exportación, donde pagan hasta 0,85 centavos de dólar por litro de etanol. En Bolivia alcanza a 0,70 centavos de dólar (Bs 4,80). Al ser commodity el precio del etanol es variable.

Desde la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol), Óscar Alberto Arnez, instó a las autoridades del sector hidrocarburífero a aumentar los porcentajes de mezcla de etanol en la gasolina en el marco de la ley vigente, para sustituir importaciones.

El año que más se compró

En una entrevista a EL DEBER, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, afirmó que este ha sido el año que más han comprado etanol, “pero hay una restricción porque la normativa te dice, que es la que maneja la ANH, hasta cuánto es el porcentaje de mezcla de la gasolina. Y hay mucha mala campaña, porque se dice que arruinará el vehículo y hay que ser claro que el etanol que se vende en las estaciones de servicio, no es un producto que la gente lo consuma. La gente sigue consumiendo la especial, porque hay un mal marketing”expresó.
Insinuó que comercialmente no es rentable. “Te reduce la subvención, pero la gente prefiere gasolina especial. Todo el etanol que podemos lo compramos. Son 160 millones de litros es lo que se tiene comprometido. El objetivo nuestro es usarlo”, anotó Dorgathen.

En YPFB indicaron que desde la promulgación de la Ley 1098 de 17 septiembre de 2018, en aplicación de la ley, realizó la compra de etanol a los ingenios proveedores.
Expresaron que desde el inicio del programa el compromiso fue de adquirir 160 millones de litros al año, siendo el incremento gradual. “El primer año de vigencia se adquirió 45 millones de litros; siendo histórico que este año hemos comprado hasta septiembre más de 100 millones de litros y se tiene proyectado cerrar la gestión con 140 millones”, anotaron.

YPFB especificó que este incremento se da gracias a las políticas implementadas por el Gobierno. Por ejemplo, con la resolución de la ANH N°0593/2022 se incrementó el porcentaje del 8% a 10% de la proporción de mezcla de etanol en la gasolina. “Si bien el programa inició la gestión 2018, a partir del 2021 se incorporaron planes y proyectos de almacenaje, mezcla, sistemas de operación que permitan un incremento en el uso del etanol a escala nacional”, apuntó YPFB.

Hace dos semanas, el ingenio Aguaí reclamó que desde el Gobierno se ignore la oferta de etanol. Sobre ello, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, sostuvo que el tema del etanol es importante, pero los precios varían, y no son estáticos por diversos factores. “El problema es que en Bolivia nos acostumbramos a los precios fijos”, exclamó.

Sin embargo, hay un precio vigente en norma hasta 2023.
Para Álvaro Ríos, ex ministro de Hidrocarburos, el tema de fondo es que en una etapa de precios altos, con un barril de petróleo que supera los $us 80, sale ventajoso usar el etanol boliviano, como aditivo, porque compite muy bien con el precio de la gasolina importada.

“No creo en una mala voluntad del Gobierno, veo más un tema de burocracia en YPFB para poder mover la logística y mezclar hasta un 12% de etanol, como está estipulado”, indicó Ríos.

La semana pasada, en La Paz, las universidades Mayor de San Andrés de Bolivia (UMSA) y de San Pablo (Brasil) presentaron un estudio en el que se probó el uso de gasolina con mezclas del 10%, 15%, 20% y 25% de alcohol anhidro. Los ensayos mostraron el incremento en la potencia del motor, mejora del torque, mantenimiento del flujo de combustible y disminución de gases de efecto invernadero.

“El uso de gasolina con un porcentaje de entre 15 y 25% de alcohol le puede generar al Estado un ahorro mayor a los $us 250 millones cada año”, afirmaron los académicos que presentaron la investigación que se inició en 2018, se suspendió por los conflictos sociales de 2019 y la pandemia, y concluyó en los últimos meses de la presente gestión.

Desincentivo y frustración

Desde la sociedad granelera Granosol S.A., que produce bioetanol a partir de sorgo en Pailón -al este de Santa Cruz-, el presidente William de las Muñecas, expresó que se dedica a exportar toda su producción a la Comunidad Económica Europea y países del Bloque Andino porque el Gobierno no ha comprado nunca el biocombustible que se comprometió comprar.

“La matriz energética que hemos construido, producto de la industrialización del cereal, puede aportar cerca de 15 millones de litros de etanol al año, pero nuestra producción se está yendo al exterior”, aseveró.

De las Muñecas insinuó que el productor de sorgo de la zona este de Santa Cruz se encuentra frustrado porque los esfuerzos que hacen para producir sorgo, para aportar a la matriz energética boliviana, han sido en vano. “Eso lo vemos como un desincentivo a la agricultura e industria. La entidad llamada a fijar la resolución determinativa de precio para el alcohol de sorgo nos discrimina”, apuntó.

Fuente: El Deber