Estados Unidos avanzó en la despenalización de la posesión de marihuana para consumo personal. El anuncio lo realizó el presidente Joe Biden, quien mediante una orden ejecutiva perdonará a todos los condenados a nivel federal. Desde la Casa Blanca, señalan que la decisión podría beneficiar a 7.500 personas con causas abiertas por consumo personal.  Estas condenas, en muchos casos, ponían trabas para que los afectados accedan, por ejemplo, a una vivienda o un empleo.

«Enviar a la cárcel a gente simplemente por poseer marihuana ha afectado a demasiadas vidas y ha supuesto que haya personas encarceladas por una conducta que es legal en muchos estados», sostuvo Biden al anunciar la decisión de la Casa Blanca.



La orden afectará solo a los condenados a nivel federal -se calcula que hay más de 6000 personas sentenciadas por posesión, aunque sin detenciones efectivas-  aunque Biden animará a los gobernadores a que haga lo mismo a nivel estatal, cuyo nivel de condenas y arrestos es mucho mayor, tras un encuentro con la prensa de dos funcionarios de alto nivel de la Administración estadounidense.

«Estimamos que en torno a 6.500 personas condenadas a nivel federal por posesión de marihuana, y 1.000 personas en el Washington DC, se beneficiarán de esta decisión», aseguró una funcionaria a la prensa.

Además de los indultos, que el Departamento de Justicia estadounidense deberá emitir a todas las personas elegibles, Biden pidió al secretario de Salud, Xavier Becerra, y al fiscal general, Merrick Garland, que revisen la clasificación federal de la marihuana como sustancia peligrosa.

Los anuncios son parte de una serie de acciones ejecutivas anunciadas por Biden para tratar de dar pasos en la despenalización de la marihuana, una de sus promesas electorales que, sin embargo, se ha visto ralentizada por la falta de acuerdos en el Congreso.

Biden ha decidido por tanto acelerar el proceso y poner en marcha una serie de medidas para suavizar la carga que las condenas por posesión de marihuana suponen para una gran parte de la sociedad, en especial la población no blanca del país. «A pesar de que los blancos y los afroamericanos consumen marihuana a un ritmo similar, los afroamericanos han sido arrestados, procesados y condenados de manera desproporcionada por posesión», aseguró el presidente en su mensaje.

En el sistema penal federal estadounidense, la marihuana ocupa un lugar más alto que el fentanilo, un opioide sintético que es a menudo recetado por médicos estadounidenses, y que causa cientos de muertes cada día en el país.

En la actualidad, el uso recreativo de marihuana es legal en 19 estados y en el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital de Estados Unidos, Washington. Además, 37 de los 50 estados permiten el uso medicinal de esta droga.