El expresidente Carlos Mesa (2003-2005) insinuó que autoridades y exautoridades bolivianas “buscan violencia” en Perú y “reciben respuestas absurdas” en una crisis que, en su criterio, amerita resolución soberana.

“La crisis en Perú debe ser resuelta por gobierno y pueblo peruano en democracia y DDHH, sin intromisión de autoridades y exautoridades bolivianas, que buscan violencia y reciben respuestas absurdas”, tuiteó el exmandatario.

Aunque Mesa no los aludió, el presidente Luis Arce y el expresidente Evo Morales fueron motivo de reacciones oficiales desde Perú en las últimas semanas y este lunes.

Evo Morales

Morales fue señalado por fuerzas conservadoras de aquel país de impulsar las movilizaciones y la Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú dispuso la prohibición de su ingreso al país.

Dicha oficina decidió, el 6 de enero reciente, “el registro del impedimento de ingreso al país” de nueve ciudadanos bolivianos, entre ellos Morales.

En el caso de Arce, la Cancillería de Perú expresó este lunes que “transmite una enérgica protesta por las declaraciones del presidente Luis Arce” sobre temas de política interna.

“Presidente Arce declaró: ‘En el Perú donde tenemos al pueblo peruano en una lucha por recuperar su democracia y también por recuperar el derecho a elegir un Gobierno que los represente’», parafraseó.

Injerencia’

Perú consideró que “con ello persiste en una injerencia inaceptable en asuntos que sólo competen a los peruanos”.

La respuesta no tardó. “Bolivia respeta el derecho internacional y el principio de no intervención; no aceptamos la insinuación sobre una supuesta injerencia en asuntos internos de la República del Perú”, informó la Cancillería de La Paz.

“Si pedimos respeto a ntra. soberanía debemos respetar la de nuestros vecinos (sic)”, dijo Mesa en la última parte de su tuit.

Perú sufre una crisis política y sociales desde el 7 de diciembre del año pasado, cuando el presidente Pedro Castillo fue destituido por el Congreso y en su lugar juró su vicepresidenta Dina Boluarte.

60 muertos

Las protestas se ahondaron y las fuerzas del orden y de seguridad respondieron con represión, acción que al momento dejó al menos 60 fallecidos a bala, según cifras preliminares.

Las movilizaciones exigen la renuncia de Boluarte, la convocatoria a elecciones generales adelantadas y la instalación de una Asamblea Constituyente.

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