La farra sindical del siglo

Los proyectos políticos son históricos cuando tienen una sólida ideología, un programa de acción y una conducción que sabe interpretarlos.

El MNR es el mejor ejemplo de ello. La fuerza de su ideología nacionalista y revolucionaria logró sostenerse desde su fundación en 1941 y tiene hasta ahora una influencia social muy grande en la estructura del pensamiento social. Todos los ciclos, desde 1952 hasta ahora, han tenido formas pendulares de acción dentro de este esquema ideológico. 



El nacionalismo revolucionario se mantiene vigente en la sociedad. No es la ideología lo que se ha perdido, es la conducción. Sucedió ya en 1964, cuando el MNR se dividió en varios subgrupos por causas personales, no por ruptura ideológica. Paz Estensoro, Hernán Siles Suazo, Walter Guevara, Juan Lechín, que en el momento revolucionario de las transformaciones político sociales fueron las bases sólidas de su conducción, al no llegar a un acuerdo de continuidad personal produjeron la ruptura del tronco partidario generando con ello un ciclo de inestabilidad política que se extendió desde 1964 hasta 1984.

La historia nos enseña que cuando el contenido ideológico se alimenta de la realidad objetiva nacional, no se puede ignorar ni reemplazar. Hacer esto, es retroceder y dañar los intereses nacionales, como sucedió con las reformas de GSLZ en 1993. Todo lo avanzado para modificar la estructura del Estado contralor al Estado facilitador se perdió con su derrocamiento el año 2003. 

El MAS pudo engañar a los sectores populares, levantando la ideología socialista como escudo ideológico y la lucha antiimperialista para tomar control de la economía y usar sus recursos en beneficio de grupos corporativos sindicales, enemigos de la democracia y sus instituciones.

El MAS es un proyecto de cáscaras, de máscaras, sin contenido, sin visión del país, sin programa. Se sostuvo y aún sostiene el gobierno,16 años, gracias al mercado internacional que fija los precios de las materias primas y que hizo posible la multiplicación de los ingresos por las exportaciones de gas y minerales, del 2008 al 2014

El uso de estos recursos billonarios, que son el resultado de tener una estructura primario exportadora, atrasada y dependiente, ha creado una nueva burguesía mercantilista, sin capacidad para multiplicar y crear riqueza. La rueda de esa acumulación del capital no ha sido afectada, al contrario, ha sido profundizada. Y lo peor ha servido para el derroche improductivo con máscara de gasto social.

De manera tal, que, sin este nivel de ingresos, el gasto destinado al derroche no es posible y al mismo tiempo el sostenimiento de los sectores acostumbrados a recibir dinero del Estado es imposible.

Las reformas de Estado de 1985 y de 1993 hicieron posible el derroche fiscal del 2006 al 2022. 

El gobierno del MAS no puede mostrarnos una sola medida de alcance nacional que haya sentado cimientos para transformar las condiciones socioeconómicas de los bolivianos.

Diez y seis años de propaganda barata, de repetir machaconamente que hay un proceso de cambio, que somos una economía ejemplo para el resto del mundo, que ha realizado enormes transformaciones sociales, que somos más dignos y una serie de autocomplacencias políticas que ahora, cuando el dinero del derroche fácil ya no existe provoca pugnas y peleas enanas de circo.

¿Qué es lo que está en disputa ahora? El poder político, la ambición del gobierno para esquilmar hasta el último centavo que quede en las arcas del Estado. La mezquina visión de la política. 

¿Es un partido político lo que llaman el instrumento por la liberación de los pueblos? ¿O es el instrumento que usa la organización criminal del narcotráfico para tener control del Estado?

¿Les importó alguna vez producir, planificar y ejecutar un programa nacional, o fue mucho más importante expandir los cultivos de la hoja de coca y sus derivados?

Mientras el Estado Plurinacional derrochó el dinero que los gobiernos de la democracia le dejaron, todo era una taza de leche en sus organizaciones sindicales. Ahora que ya no tienen cómo seguir con la farra sindical, nos quieren distraer con peleas de circo.

No se puede acabar lo que nunca empezó. Así que decir, que el ciclo del modelo productivo, comunitario y social de Arce ha concluido, es falso. Nunca hubo modelo, lo que tuvimos y tenemos fue una administración incoherente y falaz, un gobierno estúpido. 

Ya no podemos seguir dando cuerda a un gobierno que ha despilfarrado no solo 50 mil millones de dólares sino el futuro de la juventud boliviana. No podemos seguir mirando que nos despojen los bolsillos y nos endeuden el futuro, solo para permanecer en el Poder que ejercen para corromper y corromperse.

Es urgente recomponer filas, definir una dirección nacional de resistencia, sin distinciones de edad, con la suma de todos los que creen en la democracia, dejando a un lado, críticas y reproches que hoy día no son lo principal, aglutinando a los sectores sociales, que más pronto que tarde han de defeccionar de las filas del MAS, debido a la crisis económica que les afectará su nivel de vida. 

La crisis económica va por ascensor, y la organización política de la oposición democrática por las escaleras.

Dante Napoleón Pino Archondo