Subvención internacional

En las últimas semanas, se escuchó que organismos internacionales financieros, políticos y economistas neoliberales a nivel mundial, critican las subvenciones que los Estados dan a ciertos productos y/o sectores económicos, sobre todo a las subvenciones de los hidrocarburos.

En este aspecto debemos empezar indicando que la subvención es la aportación de tipo económico percibida por una persona o grupo de personas por parte del Estado, la cual no es reembolsable, su objetivo es ayudar a llevar a cabo una actividad que la persona o grupo de personas no podrán llevar a cabo solos.



Con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el precio de los hidrocarburos alcanzaron precios récord que ocasionaron desajustes económicos y financieros que en la mayoría de los casos y sobre todo en países desarrollados desencadenaron altos índices de inflación, la mayoría de estos gobiernos optaron por la subvención a los precios de los hidrocarburos, subvenciones que en muchos casos se dieron después de protestas sociales que ocasionaron varios muertos, los ejemplos más cruentos se dieron en Perú y Ecuador.

Varios organismos internacionales recomendaron y recomiendan a los países en vías de desarrollo que los Estados deben cortar las subvenciones, pero lo paradójico es que las críticas de subvenciones no llegan a los países desarrollados, tal es el caso de los Estados Unidos (uno de los países más liberales por no decir el más liberal) que subvencionó y subvenciona el precio de la gasolina a través de los impuestos, ya en junio de 2022 el presidente Biden suspendió el Impuesto Federal sobre la gasolina, para de esta manera mantener el precio de la gasolina y combatir la inflación.

Pero no solo Estados Unidos subvenciona la gasolina, otro de los países que representan el liberalismo económico como es el gobierno británico también subvenciona los combustibles, su ministro de Economía Rishi Sunak anunció un plan fiscal de más de 7.200 millones de euros y una reducción en el precio de la gasolina y diésel, para “suavizar” el impacto de la inflación.

Francia destina 400 millones de euros para beneficiar a 520.000 vehículos pertenecientes a camioneros independientes, taxistas y pescadores, todo para amortiguar la inflación, lo cual se suma a la subvención de 0,15 euros por litro de carburante para todos los demás consumidores de gasolina.

Italia reducirá en 0,25 euros los impuestos especiales en el precio del litro de gasolina lo cual tendrá un costo de 4.400 millones de euros durante el mes de abril; Portugal subvencionará a 0,30 euros por litro a los vehículos de transporte de hasta 35 toneladas y de 0,20 euros por litro a camiones de mayor tonelaje.

Como se puede apreciar en la mayor parte del mundo la subvención se está utilizando como una herramienta financiera para disminuir la inflación que se da a consecuencia de la guerra, los costos financieros son altos, pero los resultados sociales se expresan en una mayor satisfacción de la población con menores convulsiones sociales.

En este aspecto no se debe satanizar la subvención, la misma se debe considerar como una herramienta financiera que se expresa con un resultado social adecuado que ayuda, sobre todo a los sectores pobres de la sociedad.

 

Miguel Ángel Marañón Urquidi