Patricia Claure nació el 29 de febrero de 1960 en La Paz. Tiene 63 años; sin embargo, hace cuatro años (2020) celebró la llegada de sus “15 años”. Y lo hizo a lo grande; organizó una fiesta junto a amigos y familiares.

Y no es que antes no pudo celebrar sus 15 años, sino que, según su certificado de nacimiento y su cédula de identidad, recién en 2020 cumplió “oficialmente” esa edad si se contabiliza las veces que festejó en el día exacto de su llegada al mundo.

Patricia nació el 29 de febrero de 1960 y solo celebra su cumpleaños en la fecha exacta (año bisiesto) cada cuatro años. En el resto de años, debe festejar el 28 de febrero o el 1 de marzo.

Ella es una de las 801 personas registradas en el Servicio de Registro Cívico (Serecí) que nacieron en Bolivia en los últimos dos años bisiestos: 2016 y 2020.

De esa cifra, según las estadísticas, 443 fueron inscritas en 2016 y 358 en 2020.

En el mundo la cifra asciende a poco más de cinco millones de individuos. En la práctica, no hay diferencia alguna en lo que a trámites administrativos se refiere entre un niño nacido un 29 de febrero y otro que lo haya hecho cualquier otro día del año. La inscripción se realiza siguiendo el mismo procedimiento.

José Alfredo Trujillo Daza, director nacional del Serecí, explicó a La Razón que la función de esa institución es registrar los hechos vitales de las personas. En el caso de los nacimientos se realiza en la fecha correspondiente al certificado de nacido vivo, en el que se consigna la fecha. “Es una situación muy particular. Nosotros, como Serecí, y en el marco de la normativa vigente hacemos registros de los hechos vitales de las personas. Son particulares (los nacidos en 29 de febrero) porque son años bisiestos. En nuestro sistema tenemos registros de 2016 y de 2020”, dijo.

Patricia Claure (centro) en la celebración de sus ‘15 años’, el 29 de febrero de 2020.

Trujillo aseguró que, al ser un número no muy alto en el caso de Bolivia, no conoce de grandes problemas que haya habido con estas personas, sobre todo a la hora de empadronarse, por ejemplo. “No es un número muy grande que pueda afectar el enfoque que hacemos en el empadronamiento. Sí es particular por el tema de la celebración; lo hacen antes o lo hacen después, eso ya es depende de cada uno”.

Algunos padres optan por inscribir a sus hijos en el día anterior o posterior para evitar problemas.

Patricia confirmó que, en el ámbito administrativo, tampoco tuvo inconvenientes para hacer trámites o inscribirse en colegio o universidades. Sin embargo, aún tropieza con problemas a la hora de hacer registros o pagos en páginas de internet.

Reveló que ha sufrido en carne propia la desesperación ante la inexistencia de su cumpleaños en muchas páginas web.

“Sí he tenido problemas cuando quiero inscribirme a alguna página o quiero hacer algún pago on-line y te piden la fecha de nacimiento y no me aceptan 29 de febrero; sale que es una fecha inexistente. Tengo que poner 28 o 1 de marzo y mando foto de mi carnet y me sale que la fecha de mi carnet no coincide con la fecha que usted nos ha brindado. Todo un lío, que a veces es incómodo, molesto, pero pasa”, explicó.

Contó que, en esos casos coloca que nació el 28 de febrero, para respetar su mes de nacimiento, y algunas veces tuvo que recurrir a notas aclaratorias para explicar que nació el 29, año bisiesto.

Pero esos detalles no le molestan ni le afectan. Al contrario, ella es feliz con su fecha de nacimiento y agradece que sus padres hayan respetado ese día para colocarlo en su certificado.

“Mi certificado de nacimiento y mi carnet de identidad están con la fecha de 29 de febrero. Yo le pregunté a mi mamá por qué no me puso el 28 de febrero o el 1 de marzo y me dijo que ella respetaba mi fecha de nacimiento. Actualmente tengo 15 años en bisiesto; voy a cumplir 16, pero contabilizando en años normales, cumpliré 64 años de vida”.

El principal conflicto se da para los padres que deben inscribir a sus niños. Surge la duda entre cambiar o no la fecha de nacimiento para evitarle problemas futuros. Otro inconveniente se da en las redes sociales. Si bien, una persona puede ingresar cambiando su fecha o año de nacimiento, ésta no coincide con la real.

Por ejemplo, en Facebook algunos usuarios ya se han organizado incluso para pedir a Mark Zuckerberg, el dueño de la gigante de comunicaciones, que haga algo.

En los años no bisiestos, la aplicación se salta el cumpleaños de la persona y el resultado es que no lo avisa a los amigos.

Este año, después de una larga espera —exactamente cuatro años—, Patricia y miles de personas en el mundo podrán recibir este 29 de febrero el deseado feliz cumpleaños de manera oficial y sentirse más especiales que nunca.

Cada cuatro años el calendario aumenta un día; en vez de 365 días al año, tiene 366, como ocurre este 2024.

El mes de febrero, característico por tener menos días que los demás, pasa a tener un día más y terminará el día 29.

 

Y, por supuesto, hay niños y niñas que nacen en esa fecha particular y deben esperar la llegada del año bisiesto para celebrar la fecha exacta en que llegaron al mundo, como pasa con Patricia.

Según la Sociedad Honorario de los Nacidos en Día Bisiesto, un club on-line que reúne a más de 10.000 integrantes de todo el mundo, la posibilidad de nacer el 29 de febrero es de 1 entre 1.461.

A los nacidos el 29 de febrero se les conoce como los “eternamente jóvenes”, pero nacer en esta particular fecha también trae algunos inconvenientes.

El no celebrar los cumpleaños en el día exacto, siempre es problema. En los años que no son bisiestos estas personas celebran su cumpleaños en dos posibles fechas: 28 de febrero o 1 de marzo.

En 2020, Patricia cumplió 15 años en bisiesto y al tratarse de una fecha especial decidió celebrar a lo grande con una fiesta en una discoteca junto a sus amigos y familiares.

“Para mí, es simpático haber nacido en esta fecha. Siempre me preguntan ‘¿y cuándo festejas y cuántos años tienes en realidad?’. Hace cuatro años cumplí 15 y festejé, hice una fiesta con baile, no de gala; pero sí celebré. Siempre festejo el mismo 29 cuando hay año bisiesto, caiga el día que caiga, y en los otros años, si es fin de semana, el 28 o el 1. Y mis amigos y familia me felicitan los dos días; eso es lo bueno”, matizó.

Recordó que su padre le contó que él quería inscribirla con fecha de nacimiento 28 de febrero para evitarle problemas futuros; sin embargo, su madre dijo que había que respetar el día que llegó al mundo y no permitió que se alterara la fecha.

“Este año, por supuesto, que voy a festejar, no importa cómo ni qué día cae. Yo amo mi cumpleaños, es un día tan especial y justo el 29 hay más algarabía porque es el día que he nacido, es muy importante para mí”.

Ella se siente feliz por su fecha de nacimiento y su familia y amigos se lo harán sentir este año con mayor razón. Esta singular fecha no afecta únicamente a los nacimientos, ya que muchas veces se escoge ese día para recordar un acontecimiento importante, como una boda o un bautizo, aunque también se utiliza para señalar días como el dedicado a las enfermedades raras, cuyo lema es ‘Un día único para personas únicas’.

Buscando en redes sociales pueden encontrarse, al menos, tres páginas de Facebook temáticas: Club Bisiesto, Bisiestos por el mundo y F29 Bisiestos, que se comunican constantemente e incluso organizaron algunas reuniones.

La singularidad del día en que nacieron les otorga a todos los bisiestos características de líderes, según la psicología.

En unos días más Patricia Claure cumplirá 16 años bisiestos y 64 contabilizados cronológicamente desde su año de nacimiento. Alista un buen festejo, pues esperó cuatro años para celebrar exactamente en el día en que llegó al mundo.

José Trujillo, director del Serecí. Foto. LA RAZÓN

 La mayoría nació en Santa Cruz

Según cifras oficiales de la Dirección Nacional del Servicio de Registro Cívico (Serecí), entre 2016 y 2020 se registraron en Bolivia 801 nacimientos el 29 de febrero.

Por la cantidad de población, lógicamente, los departamentos del eje central concentran el mayor número de bisiestos inscritos.

La Paz tiene 102 nacimientos bisiestos en 2016 y 95 en 2020, que suman 197; mientras que Cochabamba registró 78 en 2016 y 66 cuatro años más tarde, que alcanzan a 144, y Santa Cruz registró 167 nacidos en 29 de febrero de 2016 y 111 en 2020, suma 278. La estadística muestra que en menor cantidad están Beni (47 en total), Chuquisaca (26), Oruro (27), Potosí (37), Tarija (34) y Pando (11). (ver cuadro)

En el mundo, se calcula que hay cinco millones de “bisiestos”.

Entre los personajes conocidos que han nacido en 29 de febrero se encuentra el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de España, Pedro Sánchez, el ciclista Rubén Plaza y el Papa Pablo III. Algunos hechos se asocian a este día. Casualidad o no, los años bisiestos han dado lugar a varias catástrofes, como el hundimiento del Titanic (1912), el inicio de la Guerra Civil Española (1936), la apertura del campo de exterminio de Auschwitz (1940) o el comienzo de la guerra entre Irak e Irán (1980); además de la muerte de personalidades como Mahatma Gandhi (1948), Robert F. Kennedy y Martin Luther King (1968) y John Lennon (1980).

En España, un 29 de febrero nacieron, hace casi ocho años, los únicos trillizos bisiestos del mundo. En China las personas que vienen al mundo este día se consideran más espirituales.

En Grecia se evitan las bodas el día 29 de febrero de cada año, una añeja costumbre heredada de la Antigua Roma.

Patricia Claure (centro) en la celebración de sus ‘15 años’, el 29 de febrero de 2020.

Por qué se adiciona un día en febrero?

Según los datos históricos, en la Antigua Roma, hace más de dos milenios, se descubrió que el calendario no estaba del todo alineado con el año solar. Los años bisiestos son originalmente una idea de Julio César, quien propuso la creación del calendario juliano.

Como el calendario juliano exigía un día adicional cada cuatro años, los romanos decidieron que éste sería en febrero, que en ese entonces era el último mes del año.

El nombre bisiesto proviene del latín ante diem bis sextum Kalendas Martias (sexto día antes de las calendas de marzo en español), es decir el 24 de febrero. Como la frase era un poco larga se terminó resumiendo en bis sextus: bisiesto, en nuestra lengua.

Años más tarde, el papa Gregorio XIII decidió, a través de una bula papal, “perfeccionar” el calendario.

Una de las modificaciones fue que el día adicional de los años bisiestos sería el 29 de febrero y no el 24 fijado por el calendario juliano.

Y para que este desajuste no volviera a producirse, se creó un sistema de excepciones a los años bisiestos.

No serán años bisiestos los que sean múltiplos de 100, excepto si también lo son de 400. Por esta razón no fueron bisiestos el año 1800 ni 1900, pero sí que lo fue 2000. Y por este mismo motivo ni el año 2100 ni el 2200 serán bisiestos. Este conjunto de reformas dio paso al calendario moderno, que actualmente conocemos en el mundo como el calendario gregoriano.