A 15 años de un histórico hecho: el triplete de Botero en el 6-1 de Bolivia a la Argentina de Maradona y Messi

Gabriel Caero Rodríguez

Fuente: lostiempos.com



Conmebol recordó y resaltó este lunes 1 de abril la histórica goleada de Bolivia 6-1 sobre Argentina en La Paz, por las eliminatorias al Mundial Sudáfrica 2010 y que hirió a la historia de la Albiceleste, aquel entonces con Diego Maradona como DT y Lionel Messi como su referente, pero con Joaquín Botero que se robó el show con un triplete.

Aquella tarde, Bolivia se encontró de nuevo ante un viejo adversario en el estadio Hernando Siles de La Paz. Bajo la dirección técnica de Erwin Sánchez, la Verde recibió a una entusiasta Argentina que tenía en el banquillo a Diego Maradona, su máximo ídolo, además de un Lionel Messi que había dejado de ser una promesa para convertirse en el nuevo héroe albiceleste, aquel que recién pudo darle alegrías a su país 14 años después de este hecho.

En esa tarde, Marcelo Martins abrió la cuenta para Bolivia a los 14′ PT, pero Lucho González igualó la contienda sobre 25′ PT, dando a la Albiceleste una falsa sensación de ser una jornada victoriosa.

El show de Joaquín Botero inició con el 2-1 (34′ PT, de penal) y Álex Da Rosa anotó el 3-1 antes del descanso (45′ PT).

Botero hizo el 4-1 (10′ ST) y el 5-1 (21′ ST), dejando estupor y caras largas en Argentina. Didí Torrico (42′ ST) anotó el 6-1 sobre la potería de Juan Pablo Carrizo.

Ni bien acabó el partido, el mundo deportivo se asombró con el triunfo, mientras en Argentina lamentaban la segunda peor derrota de su seleccionado tras el 6-1 encajado ante Checoslovaquia (hoy República Checa) en el Mundial Suecia 1958, hecho recordado como el «Desastre de Estocolmo».

También este hecho fue la ocasión propicia para que se «reabra» el debate de la altura y el cuestionamiento a jugar en estas ciudades, un argumento que más de una oportunidad fue rechazado porque el principio de universalidad del fútbol reza que»se juega donde se vive». Hoy, 15 años después, se recuerda el hatrick de Botero y un lamento del visitante que aflora cada vez que debe visitar el estadio Hernando Siles.