Cuestionan que Bolivia tenga energía térmica ociosa y advierten que la misma está en riesgo por falta de gas natural

El analista Rodríguez señaló que en el país se implementa una política equivocada y que hay proyectos hidroeléctricos que están paralizados. 

La Planta Solar Fotovoltaica en Caracollo, en Oruro. / Fuente: Ministerio de Hidrocarburos

eju.tv
Lidia Mamani / La Paz

Bolivia tiene una capacidad ociosa de 2.000 megavatios (MW) en la generación de energía eléctrica que podría producir a través de las plantas termoeléctricas, no obstante, la misma está en riesgo, debido al descenso de producción de gas natural en el país, ya que lo usa como materia prima, advirtió este jueves el analista del sector energético, Fernando Rodriguez. Asimismo, lamentó que en el Gobierno se deje de lado los proyectos hidroeléctricos, que generan energías limpias.



“Es una política equivocada que se ha tenido y tenemos proyectos hidroeléctricos que están paralizados como Carrizal o Ivirizu, misma que supondría una mayor generación eléctrica, pero, lo real es que cada día se quema más gas, el consumo eléctrico es creciente y lo real y concreto es que la producción de gas y la generación eléctrica térmica se pone en riesgo por la falta de reservas y producción de gas natural”, anticipó Rodríguez en contacto con este medio digital.

Mencionó que desde hace 30 años se tiene un desequilibrio en la generación eléctrica por la falta de inversión en hidroeléctricas y en energías limpias, como las eólicas, bagazo o solar, y que está se fue acentuando porque en época de lluvia se llega a producir 700, actualmente está en un nivel de 450 MW y cuando deja de llover llega entre 200 y 300 MW. Explicó que cuando se da esa disminución, es cuando más se le presiona a las plantas termoeléctricas.

“Lo real y lo concreto es que hubo una política equivocada y en vez de hacer inversiones en energía hidráulica se invirtió en la térmica y ahora se tiene 2.000 megas ociosas que no generan energía porque no hay gas, por tanto, hay capacidad ociosa versus una insuficiente de energía hidráulica, que no se puede sustituir con la solar y eólica, que en el momento es simplemente un espejismo, porque es pequeño y estacional”, evaluó.

Comparó que Bolivia tiene más de 3.500 megas de capacidad instalada térmica y sólo está produciendo entre 700 y 1.000 megas, en función a los diferentes horarios, que es apoyado con las energías limpias e hidroeléctricas, pero en horario nocturno se prenden a full las plantas termoeléctricas para atender la demanda del mercado interno, que llega entre 1.500 y 1.600 MW. Además, a eso se suma que el precio que se cobra para la generación térmica es de 1,3 dólares por millón de BTU, cuando por el gas exportado se cobra entre 8 y 12 dólares por millón de BTU. 

Del total de la generación eléctrica, la termoeléctrica genera en promedio más de 800 MW y la hidroeléctrica, 400 MW. Mientras que, la eólica o solar son ínfimas. / Fuente: CNDC

 

También mencionó que con base a los últimos datos publicados por el Gobierno, sobre las reservas de gas, en 2018 se informaba que se tenía 8,25 Trillones de Pies Cúbicos (TCF), al ritmo de consumo en el mercado interno y compromisos con el externo, a la fecha se calcula que se tiene entre 4 y 5 TCF, mismas que no son recuperables al 100%, por tanto, al ritmo de consumo actual de entre 0,5 y 06 TCF por año, esos 5 TCF, en el mejor de los casos se convierten en 2,5 y 3 TCF, lo que supone que el gas natural alcanzará para cuatro o cinco años.

“Se avecina una crisis que no solamente supone crisis energética, sino una mayor crisis económica, en la medida en que no sólo tengamos que importar gasolina y diésel, sino que tendremos que revertir los gasoductos y empezar a traer gas de Vaca Muerta, para quemar a 1,30 dólares, comprándolo a 15 o 20 dólares. Entonces, la realidad es que tenemos las plantas para generar energía térmica, pero no los dólares para comprar gas”, anticipó el experto.