De cara al Bicentenario, Camacho propone cambiar el modelo de Estado

El gobernador cruceño Luis Fernando Camacho, a través de un documento que fue compartido en sus redes sociales, propuso cambiar el actual modelo de Estado a poco menos de un año que se celebren los 200 años de la declaración de la independencia de Bolivia, año que coincide con las elecciones nacionales.

“Mi propuesta para el Bicentenario es apostar por un cambio de modelo, con un Estado sólido, que le dé confianza al emprendedor, al empresario, que atienda realmente los problemas sociales, que luche contra la pobreza y la desigualdad, en vez de usarlas como banderas ideológicas”, dice el documento de Camacho, que se encuentra con detención preventiva en el centro penitenciario de Chonchocoro de La Paz.

La autoridad departamental agregó que su propuesta es diferente “al socialismo totalitario y su esquema de corrupción, violencia, narcotráfico y persecución”.

También dijo que “es más que una casualidad” que las elecciones nacionales y la celebración del Bicentenario coincidan en un mismo año, por lo tanto, esto es un llamado “a la voluntad para enfrentar el desafío histórico de terminar con un ciclo político agotado”, que por resistirse a la pérdida de poder, está empujando al país a una crisis política, jurídica, económica y social.

“200 años ya son suficientes como para haber aprendido que la libertad es uno de los principales valores, por el que se tiene que luchar siempre, por el que nunca se debe transar; y es uno de los legados más importantes que se le puede dejar a las futuras generaciones. 200 años ya son suficientes como para haber aprendido que la diferencia entre un líder y un caudillo, es que el líder motiva a la gente a ponerse de pie, mientras que el caudillo la obliga a ponerse de rodillas”, prosigue el texto de Camacho.

El gobernador cruceño también señaló que la celebración se encamina en medio de una crisis, con presos políticos, “con amenazas y con profundas divisiones”. Todo esto sumado en una sociedad individualista que ha perdido la credibilidad en la institucionalidad y un sector empresarial que busca otros horizontes.

“Vamos a celebrar el Bicentenario con una imagen internacional deteriorada, un Estado que no respeta los derechos humanos, un país conocido por el narcotráfico, con una justicia corrupta, una economía inestable; incapaces de gestionar y administrar nuestras riquezas naturales”.

Finalmente añadió que pese a las “malas noticias” existe una nueva generación que cree y quiere libertad, que cree en la democracia, que tiene la capacidad de superar las crisis con creatividad, trabajo y pasión. “Esa generación tiene que contagiar al país de optimismo y voluntad para salir adelante”, complementó.