Keiko Fujimori transfirió su herencia a sus hijas para evitar un posible embargo

La lideresa de Fuerza Popular mantiene una camioneta embargada y participaciones empresariales, sin formar un patrimonio familiar con su exesposo, Mark Vito, según un informe de Hildebrandt en sus trece.

Foto de archivo de la política peruana Keiko Fujimori. EFE/Paolo Aguilar
Foto de archivo de la política peruana Keiko Fujimori. EFE/Paolo Aguilar

 



Fuente: infobae.com

Perú.- La lideresa de Fuerza Popular y excandidata presidencial, Keiko Fujimori, oficialmente no posee patrimonio, ya que transfirió la herencia recibida de su madre a sus menores hijas de cara a un eventual embargo, según un informe difundido este viernes por Hildebrandt en sus trece.

La política, que ha sido sujetada a prisión preventiva en dos oportunidades por acusaciones de lavado de activos, se enfrenta actualmente a un pedido de la Procuraduría que exige una reparación civil de 151 millones de soles. Sin embargo, su estrategia parece ser dejar sin opciones al Estado en caso de que el Poder Judicial decida a en su contra.

Según registros de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) citados por el semanario, la única propiedad a nombre de Keiko es una camioneta Subaru Forester comprada en 2017 por 35,000 dólares. A pesar de estar embargada por disposición del juez Víctor Zúñiga, ha conservado la posesión del vehículo, ya que es el único de la familia.

En el ámbito empresarial, la lideresa tiene participaciones en tres empresas y una asociación. De ellas, están activas Fuerza Popular, cuya participación no puede ser objeto de embargo, y Kyara29 EIRL, una empresa creada para operar el negocio de su hija influencer, con un capital social de 1,000 soles. Por otro lado, Fujimori y Mark Vito, su exesposo, no han establecido un patrimonio familiar en conjunto.

Foto de archivo de Alberto Fujimori (1990-2000), acompañado de sus hijos, Keiko y Kenji. EFE/ Aldaír Mejía
Foto de archivo de Alberto Fujimori (1990-2000), acompañado de sus hijos, Keiko y Kenji. EFE/ Aldaír Mejía

Sus hijas son menores —tienen 16 y 14 años—, por lo tanto, cualquier disposición sobre su patrimonio requiere del consentimiento de su tutor legal, que puede ser su madre o su padre.

A finales de 2021, Susana Higuchi, madre de la política, falleció sin dejar testamento, lo que llevó a sus hijos a iniciar un proceso de sucesión intestada debido a su considerable patrimonio. Registros públicos indican que Higuchi contaba con hasta 34 inmuebles y 22 vehículos a su nombre, aunque en los últimos 15 años de su vida, vendió la mayoría de sus activos.

El patrimonio heredado se compone de cuatro inmuebles, una camioneta y tres motocicletas. Estos bienes, valorados en más de 4 millones de dólares, incluyen una destacada casa en el distrito limeño de San Borja, donde Keiko y sus hijas residen actualmente. Dado que la herencia es indivisa, es necesario que los hermanos lleguen a un acuerdo sobre cómo distribuir estos activos.

Foto de archivo de la política peruana Keiko Fujimori. EFE/Paolo Aguilar
Foto de archivo de la política peruana Keiko Fujimori. EFE/Paolo Aguilar

En febrero de 2023, de acuerdo con el semanario, los hermanos Fujimori Higuchi formalizaron el proceso de sucesión intestada ante una notaría. Hiro y Kenji Fujimori se inscribieron como herederos, en tanto que Keiko y Sachi optaron por ceder su parte de la herencia a favor de sus hijos.

En diciembre de 2023, el juez Zúñiga dio inicio al proceso penal contra la lideresa de Fuerza Popular por supuestos aportes ilegales de Odebrecht a sus campañas electorales. Además, el magistrado ordenó una serie de reglas de conducta a Fujimori, y a otros investigados, como la prohibición de no cambiar de domicilio fiscal sin previa autorización judicial y no comunicarse con el resto de imputados, testigos o peritos.

El caso, conocido como ‘Cócteles’, involucra a 41 personas, incluida la cúpula del partido naranja. La acusación, llevada a cabo por el fiscal José Domingo Pérez, solicita 30 años de cárcel para Fujimori, al señalarla como cabecilla de una organización criminal dentro de la organización política.