Tuvo gemelos y le robaron a uno: La dramática historia de Rosita

«Perder a un hijo es como arrancarle el corazón a una madre», afirmó Rosita Delgadillo. Conozca la historia de este hecho que sucedió en Santa Cruz.

Naira Menacho



Fuente: Red Uno

Ser mamá es una de los sentimientos más bellos, más aún si llega por partida doble. La profesora Rosita Delgadillo, lo sabe bien, pero también sabe que, no siempre resulta como uno lo planeó. Su historia de dolor, angustia pero con un final feliz se lo demostró cuando en el año 2008 lograron arrebatarle a ‘Enriquito’, uno de los gemelos, que fue raptado y recuperado luego de 14 días de agonía.

“Perder un hijo es como arrancarle el corazón a una madre”, así describió su dolor la señora Rosita.

Madre de cinco, son los gemelos ‘Carlos Eduardo y Carlos Enrique’ Algarañaz Delgadillo, de 16 años, los menores.

Una gran sorpresa

La vida nunca es como la piensas, y eso es algo que la señora Rosita Delgadillo descubrió cuando se enteró que estaba embarazada, aunque ya había sido mamá, esta ocasión sería diferente. “Cuando me enteré que iba a tener gemelos me quedé ‘shockeada’, y desde ahí mi vida cambió”, comentó la Sra. Rosita, quien asegura que la espera fue un poco complicada, sin embargo, muy anhelada para toda la familia.

 

 

La llegada de los gemelos idénticos (ambos varones)  siembre estuvo marcado por los imprevistos, pues señala que fue un susto lo que adelantó el parto. “En mi barrio se escaparon unos chivitos y me asusté. De emergencia me llevaron a hospital y aunque estaba nerviosa, siempre estuve de la mano de Dios”, relata la feliz mamá que ese día tuvo a dos ‘niños sanos y maravillosos’ un 12 de septiembre de 2008.

Una tragedia acabó con la felicidad de la joven madre

A los cuatro días de nacidos uno de los gemelos desapareció. “Tuve que llevar a los gemelos su primer control, yo tenía a uno de los niños en brazos y el otro lo tenía mi cuñada”, aseguró la Sra. Rosita, explicando que al parecer la raptora la estaba siguiendo, buscando el momento preciso que ella se descuide para robarle a uno de sus bebes.

“Fue en cuestión de segundos, que la mujer le quitó al bebé de los brazos a mi cuñada, cuando fue a comprar agua; fue como si se la tragara la tierra”, afirmó Rosita, recordando aun con angustia el doloroso momento.

 

 

“Ahí comenzó mi calvario, empecé a gritar, recuerdo que me tiré al suelo y comencé gritar, dónde está mi hijo”, afirma Rosita, quien agradeció a Dios que en ese difícil momento contó con el apoyo de su familia, los padres de familia de sus alumnos y de los medios de comunicación.

“Todos se movilizaron, la policía hizo una operación hormiga. En ese momento, no sé cómo, pero me sostuve; en ese momento necesitaba toda la fuerza para recuperar a mi hijo y me decía a mí misma: ‘tengo que recuperar a mi hijo’ y no permitía que la razón me haga pensar en que no iba a encontrarlo”, manifestó.

La mamá relata que fueron 14 días, los que estuvo sin el bebé, pues si bien la policía hacía su trabajo, no fue suficiente, aseguró Rosita, quien comenta que tuvieron que contratar a un detective privado para que pueda rastrear a la raptora.

La familia y amigos su principal apoyo

Pasaron los días y cada vez estaba más triste y fue ahí cuando Rosita se dio cuenta de la gente que la amaba: su familia y sus amigos, quienes la acompañaban siempre en su búsqueda. “Uno se da cuenta dónde está la gente que te ama (…) Si yo tenía que recorrer calle por calle, yo lo iba a hacer el resto de mi vida. Perder un hijo es como arrancarle el corazón a una madre”, explicó Rosita, mientras recordaba su dolor.

 

 

Asegura que sufrió mucho, incluso su madre, llegó a pensar que ella estaba loca, pues al parecer, señala Rosita, ellos nunca pensaron que yo pueda encontrar a mi hijo. “Mi fe hizo que en ese momento yo no tire la toalla.

Un milagro para mamá

“Esta parte de mi historia me encanta; tanta era mi fe que, nos poníamos a orar en la puerta de la catedral, mientras el investigador y los medios de comunicación hacían su trabajo.

“La raptora debía tomar un vuelo un vuelo esa noche, pero hubo una humareda que hiso suspender el vuelo, sostiene la madre quien asegura que gracias a la investigación y a la oración puedan encontrar a la raptora.

Recuerdo que de la nada, el cielo se llenó de humo y no podo viajar; su error fue avisar por celular para avisar a su familia que no iba a viajar, fue cuando el investigador pudo rastrear la llamada.

“Cuando estaba en la maternidad, la raptora fue a visitar a todas las mamás que habían dado a luz y estaba ofreciendo sus servicios y entregando una tarjeta de contacto; cuando llegó a mi cama, se le acabaron, pero ella me anotó su número en un papel y lo puso en mi bolsón”, comenta doña Rosita, quien se acordó del número y se lo entregó al investigador.

 

 

Ese día, según cuenta doña Rosita, se allanaron 7 casas, mientras ella se encontraba orando y esa noche dieron con el bebé. “Tanto era mi fe que yo vi una visión donde el señor me lo entregó a mis brazos”.

“La casa estaba llena de policías, sentí un amor inmenso, que cundo llegue para abrazar a mi hijo, me desmayé; pero luego volví a mi realidad”, sostuvo la madre de los gemelitos, al indicar que la mujer que raptó al bebé nunca fue sentenciada.

Cambió su vida para siempre

Doña Rosita, aseguró que a partir del rapto de su bebé, comenzó a desconfiar de todo. “Lo sentía tan cerca de mí, que los protegía de todo y desde esa vez dije que no hay que confiar en la gente, en ningún momento hay que descuidarse”, concluyó.