Tras la audiencia, la adolescente fue sentenciada a seis años en Cenvicruz, mientras que los tres adultos implicados se encuentran con detención preventiva en Palmasola.
Fuente: Red Uno
En un trágico hecho de infanticidio, la pequeña Guisely, de tan solo 8 años, perdió la vida en circunstancias terribles en la localidad de San Rafael, departamento de Santa Cruz. La niña fue reportada como desaparecida después de dirigirse a una tienda para comprar hielo y, tras una intensa búsqueda, su cuerpo fue encontrado con múltiples lesiones, incluyendo un traumatismo encéfalo craneal severo, lo que finalmente causó su muerte.
De acuerdo con las investigaciones, Guisely fue retenida contra su voluntad por una adolescente de 17 años, quien posteriormente la agredió brutalmente en su domicilio. El informe forense reveló que la menor sufrió un shock hipovolémico grave y un trauma craneoencefálico, ambos causados por un objeto contundente. Además, presentaba 30 lesiones punzocortantes distribuidas en la parte posterior e interior de su cuerpo.
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El comandante de la policía explicó que la herida que provocó la muerte de la niña fue el trauma craneoencefálico. «Aprovechando la ausencia de sus padres, la adolescente retuvo en contra de su voluntad a la víctima de ocho años y, en horas de la noche, procede a atacarla. No solo le causa una serie de heridas punzocortantes en el cuerpo, sino que también la golpea con un palo, provocándole una fractura. Posteriormente, entierra el cuerpo en un lugar donde la familia solía quemar basura», explicó el comandante departamental de la Policía, Erick Holguín.
¿Un Ritual Satánico?
Según las declaraciones del comandante de policía, la adolescente habría estado influenciada por los supuestos rituales que su madre practicaba en el hogar. La menor habría presenciado en repetidas ocasiones cómo su madre sacrificaba animales y habría interiorizado estas prácticas violentas.
«Aparentemente se trataría de un ritual que vio realizar a la madre en anteriores oportunidades con animales, que eran utilizados como sacrificio en algunos rituales que realizaba la madre. Este aspecto que era repetitivo en el hogar desde muy temprana edad habría generado que actúe de ese modo», señaló el comandante.
Tras la audiencia, la joven fue sentenciada a seis años en Cenvicruz, mientras que los tres adultos implicados en el encubrimiento del crimen se encuentran en detención preventiva en Palmasola por 180 días.
“La menor, antes de perder la vida, sufrió por una hemorragia, y la lesión que le causó la muerte fue el trauma craneoencefálico”, dijo el comandante.