La prensa chilena lamenta la dolorosa derrota que sufrió su selección nacional de fútbol ante Bolivia, cayendo 2-1 en el Estadio Nacional de Santiago. Los principales portales del país reflejaron con tristeza el desempeño del equipo local, en un encuentro que dejó a la afición con un sabor amargo.
El partido, que generaba expectativas entre los hinchas chilenos, se convirtió rápidamente en un duro golpe cuando Bolivia tomó la delantera en el marcador. A pesar de los esfuerzos de Chile por remontar, el equipo no logró revertir el resultado y terminó cediendo en su propia cancha.
El análisis crítico de la prensa apunta a errores en la defensa chilena y falta de precisión en el ataque, lo que permitió que los bolivianos se llevaran los tres puntos.
El resultado deja a Chile en una situación complicada de cara a los próximos partidos, en los que deberá replantear su estrategia si quiere mantener vivas sus esperanzas de clasificación.
eju.tv
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Papelón en el Nacional; Chile sufre una derrota histórica ante Bolivia y el Mundial se escapa otra vez
La «Roja» está lejos incluso del repechaje.
Un verdadero papelón de Chile este 10 de septiembre en el Estadio Nacional. Por primera vez en la historia pierde como local ante Bolivia en un partido por los puntos.
La «Roja» cayó 1-2 frente a los altiplánicos, selección que llevaba 31 años sin ganar un partido de visita. Y al elenco nacional lo había vencido, pero en un amistoso en 1994.
Derrota histórica por donde se le observe. Era clave este duelo. Había que dejar los tres puntos en Ñuñoa y por muchas razones. Empinarse en la tabla, volver al gol, ganar, algo que no pasa hace ocho partidos por campeonatos oficiales.
Y el esquema de Gareca poco ayudó para esto. Mandó a la cancha a Ben Brereton y a los 30 minutos lo había reemplazado. Puso a Vicente Pizarro a ayudar en el medio. Pero tampoco dio resultado. Bolivia le tomó el pulso a la «Roja» desde el inicio. Esperó y aprovechó los espacios de contra.
A los 12′ ya ganaba, después de un error en la marca de Matías Catalán. Marcó Carmelo Algarañaz. Buscó Chile y después de siete partidos a lo menos logró anotar. A los 38′ Eduardo Vargas marcó, pero con polémica. Le arrebató un balón al portero Lampe que acusó lesión, salió de la cancha incluso, pero fue gol nomás para el local en Ñuñoa.
Poco duró la alegría. A los 45′ Miguelito aprovechó los problemas en la defensa y puso el 2-1. Gareca hizo cambios, se jugó con más hombres en ofensiva, pero nada resultó. No hubo sorpresa, poco desdoble, sin intención, nada de ideas, equipo que se fue durmiendo, tibio y poco hizo por lo menos para empatar, más allá de un par de centros y aproximaciones.
La derrota no solo golpea en lo anímico, también en la tabla. Hoy la «Roja» está a cuatro puntos del repechaje y lo que viene es para temer. Brasil en casa y Colombia en Barranquilla. Lo de este martes fue horrible, pero lo que viene puede ser peor y el Mundial comienza a alejarse otra vez, aunque las matemáticas digan otra cosa…
Chile se pone rojo de vergüenza: la Selección de Gareca sufre una derrota histórica ante Bolivia
Una de las jornadas más lamentables en la historia de la Roja. Una caída 1-2 con los altiplánicos, en un Estadio Nacional a medio llenar, complica de sobremanera las opciones de llegar a la Copa del Mundo. Y, por cierto, ponen en una incómoda posición al entrenador.
La Selección sabía que no tenía margen. Había que ganar y, en lo posible, de manera holgada por la diferencia de goles. Además de la excursión poco fructífera por Buenos Aires, estaba el peso de redimirse ante el peor arranque histórico en Clasificatorias y una racha de siete partidos oficiales sin anotar. A priori, enfrentar a la Verde, uno de los elencos más débiles del continente, era la oportunidad ideal para volver a ganar y reinsertarse en la pelea (la última victoria boliviana como visitante, en Eliminatorias, sucedió hace 31 años, hasta hoy).
Ante la necesidad de una victoria, Ricardo Gareca cedió a sus principios. Se decidió a cambiar el esquema (4-1-3-2), con dos en ataque, movimientos en el mediocampo y defender casi mano a mano, soltando a los laterales. La apuesta no resultó. Rememorando épocas oscuras, como aquella fatídica ruta hacia Corea-Japón 2002, el primer tiempo de la Selección fue sencillamente espantoso. Ni siquiera el afortunado empate de Eduardo Vargas cambió la brújula de un equipo que exhibió una peligrosa falta de actitud. Como que no se hizo patente el axioma: no había margen de error.
Apenas arrancó el duelo, se vio la propuesta pragmática de Bolivia, haciendo tiempo desde el comienzo. Chile se posicionó arriba, con el control de la pelota, siendo Carlos Palacios el enlace (el encargado, en el papel, de generar los nexos ofensivos). El punto es que ese posicionamiento en campo rival no significaba ser profundo ni hacer figura a Carlos Lampe.
La primera estocada boliviana sucedió en los 13 minutos, con el gol de Carmelo Algarañaz, definiendo tras el pase de Roberto Fernández. Una de las claves del juego fue que la visita aprovechó la espalda de Mauricio Isla. Así llegaron los goles. Con esto, los nervios fueron carcomiendo al equipo nacional. Una especie de bloqueo, en las piernas y en la cabeza.
Gareca, desnudando que el dibujo no convencía, reordenó las piezas: Dávila, más cerca de Pulgar, y Brereton, abierto por la izquierda. El control del balón se volvía insulso, sin sustancia. Y tampoco remataba desde afuera, ante el alto tráfico de jugadores por el medio de la cancha. En los 32′, Eduardo Vargas recibe un pase, se acomoda y termina en el suelo. No remata. Eso era Chile.
Ben, el sacrificado
La cara de Ben Brereton era elocuente. Fue el sacrificado ante la falta de fútbol de una selección chilena absolutamente extraviada. El DT metió a Vicente Pizarro por el chileno-inglés, para volver al 4-2-3-1 tradicional. A la Roja no le sobran los jugadores que militan en las grandes competencias. Por eso, resulta inentendible que el cambio fuese el delantero del Southampton y no Darío Osorio, quien tuvo una bajísima presentación. Estaba llamado a resaltar y se escondió.
El 1-1 de Vargas llegó por algo fortuito. Lampe se traba en la cancha y le deja en bandeja el balón al delantero chileno, quien solo debe avanzar unos pasos y definir con la portería a disposición. Después de siete partidos, la Selección convertía en un juego oficial. De la forma más insólita, la Roja volvió al partido. Eso parecía. Bolivia alegó por el fair play. El golero salió gravemente lesionado.
Otra muestra de la escasez de jerarquía dice relación con que la visita retomó la ventaja casi al instante. Apenas duró el 1-1. Miguel Terceros convirtió el segundo, repitiendo la dosis: Fernández avanza con libertad por su franja (a la espalda de Isla) y cede atrás. A punta de contragolpes, Bolivia liquidaba a una Roja demasiado frágil. Sin alma.
¿Qué se podía esperar en el complemento? La remontada no llegó. A la falta de carácter, se sumó la nula rebeldía ante la adversidad. Todo era muy tibio. Vargas, el regalón de Gareca, seguía en la cancha, mientras que el cuerpo técnico mandó a Jean Meneses y Gonzalo Tapia, como revulsivo, en lugar de Dávila y Osorio, que no aparecieron. El ojo del Tigre ni se asomó. Muy mala lectura del partido. Todo lo contrario con Óscar Villegas.
Un atisbo de ilusión, para empatar, llegó en los 82′ por la sanción de un penal por una supuesta mano de Medina. Sin embargo, el árbitro Juan Benítez recurre al VAR y anula la acción. En efecto, el balón le dio en la cara al zaguero. Fue de esos típicos partidos en los que nada sale. Nada de nada.
De la ilusión a la desazón. Si bien desde las matemáticas hay chances, la cara deslavada del fútbol criollo no invita a ser muy optimista. Sin fútbol, sin actitud, sin corazón, solo queda encomendarse a alguna deidad. No hay más.
La Roja sufrió una derrota histórica ante Bolivia y el sueño de ir al mundial se complica aún más
En un partido para el olvido, que incluyó la polémica sustitución de Ben Brereton en el primer tiempo, los dirigidos por Ricardo Gareca perdieron por 2-1 frente al elenco altiplánico, complicándose nuevamente en las Clasificatorias al Mundial del 2026.
La selección chilena tuvo esta tarde una cita con la historia, pero no de la manera que esperaba. Con una pobre actuación futbolística, sobre todo en la fracción inicial, La Roja se inclinó por 2-1 ante su similar de Bolivia, que firmó su primer triunfo oficial en Santiago, resultado que mantuvo al combinado nacional en los últimos puestos de las Clasificatorias.
Aunque el local se hizo con el control de la pelota y tuvo un par de aproximaciones durante los primeros minutos, fue el cuadro altiplánico el que golpeó primero. Roberto Fernández aprovechó un error de Matías Catalán, desbordó por izquierda y envió un centro rasante para que Carmelo Algarañaz marcara el 1-0 (12′).
La anotación dejó herido al anfitrión de la contienda y sobre todo al “Tigre”, que observaba incrédulo ante la actuación de sus pupilos, que con más ganas que fútbol buscaban acercarse al pórtico defendido por Carlos Lampe, quien terminó siendo protagonista del cotejo.
Es que cuando el reloj marcaba el minuto 38’, el portero recibió un pase, pero se lesionó justo antes de despejar. Nada de esto le importó a Eduardo Vargas, quien le robó la pelota y se fue en demanda del arco para anotar la igualdad, ante los airados reclamos del equipo contrario, que encararon a “Turboman” por no haber hecho fair play.
Sin embargo, la Verde tuvo su revancha. Tras la reanudación de las acciones y ante un nuevo fallo de la zaga, Fernández desbordó nuevamente y habilitó a Miguel Terceros, quien silenció a las casi 25 mil almas presentes en el reducto de Ñuñoa con el 2-1 (45+1′).
Paralelamente, antes del final del primer tiempo (35’), Ben Brereton fue sustituido de manera inesperada por el volante Vicente Pizarro, quien posteriormente tuvo la paridad con un cabezazo que dio en el travesaño. Al momento de irse al descanso, los hinchas hicieron sentir su molestia con algunas pifias en el recinto, mientras que Brereton expresó su tristeza en la banca por su temporada salida.
El elenco nacional mantuvo el dominio en el complemento, aunque sin ser incisivo y cosechó solo algunos tibios acercamientos con centros y remates desde fuera del área que no generaron mayor peligro en el pórtico de Guillermo Viscarra, que sustituyó a Lampe en el primer tiempo.
Recién sobre el final del partido, el Equipo de Todos se entusiasmó con el empate en un penal que pitó el árbitro por mano de Diego Medina. Desafortunadamente para el dueño de casa, el VAR llamó al colegiado, quien retrotrajo la decisión y anuló el cobro.
Así, Bolivia consiguió su primera victoria oficial como visitante en suelo nacional y la cuarta en calidad de forastero en la historia de las Clasificatorias, donde escaló hasta el séptimo lugar con nueve puntos. Cuatro menos tienen los pupilos de Gareca, que se estancaron en la penúltima ubicación.
En octubre, Chile deberá afrontar una doble fecha del “terror”, donde tendrá que recibir a Brasil y luego visitar a Colombia.
Chile
Gabriel Arias; Mauricio Isla, Matías Catalán, Paulo Díaz, Gabriel Suazo; Erick Pulgar, Darío Osorio (Gonzalo Tapia, 61′), Carlos Palacios, Víctor Dávila (Jean Meneses, 61′); Ben Brereton (Vicente Pizarro, 35′), Eduardo Vargas. (DT: Ricardo Gareca)
Bolivia
Carlos Lampe (Guillermo Viscarra, 45+1′); Diego Medina, Luis Haquín, José Sagredo, Marcelo Suárez; Pablo Vaca, Roberto Carlos Fernández, Robson Matheus (Víctor Cuellar, 90+3′), Gabriel Villamil, Miguel Terceros (Yomar Rocha, 68′); Carmelo Algarañaz. (DT: Óscar Villegas)