Asegura que no existe proporción de fuerzas entre los movilizados y los efectivos del orden, quienes fueron rebasados en varias oportunidades por su inferioridad numérica.
eju.tv / Video: BTV
Boris Bueno Camacho / La Paz
Para el titular de Gobierno, Eduardo del Castillo, ninguna alternativa está desechada para restablecer el estado de derecho en el país, sobre todo después de los hechos sucedidos la pasada jornada y que terminaron con al menos 29 personas heridas, en su mayoría policías, además de la asfixia en las carreteras que ingresaron en el decimoséptimo día de ejecución y tienden a agravarse por la aparición de nuevos puntos de bloqueo en el territorio nacional.
En ese sentido, el ministro deslizó que ni un estado de excepción ni el ingreso de los militares para coadyuvar en las labores que efectúa la Policía Boliviana para despejar las carreteras están descartados, debido a que el gobierno tiene la misión de precautelar por la seguridad de todos los habitantes del país; en ese sentido, se evaluará la pertinencia de estas dos medidas que podrían ser tomadas en las próximas horas o días.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“No vamos a descartar ninguna posibilidad para recuperar el estado en nuestro país, para poder liberar al departamento de Cochabamba del secuestro al cual está sometido por parte del señor Evo Morales y todos su afines, todos su fanáticos; por tanto, el día de hoy vamos a tener una reunión con los comandantes departamentales, con los miembros de la Plana Mayor y con el Comando de la Policía para realizar una evaluación de las próximas acciones a seguir no solo en Cochabamba, sino en todo el territorio nacional”, remarcó.
Foto: captura pantalla
Del Castillo enfatizó que existe un cansancio general en todos los sectores sociales del país por la medida de presión de Evo Morales y sus acólitos y cuestionó que, bajo el pretexto de proteger los intereses de las clases empobrecidas del país, asfixian la economía nacional y, por ende, a todos los hogares bolivianos, los cuales ven diariamente cómo su poder adquisitivo disminuye producto del incremento de la canasta familiar.
“La gente está cansada de los abusos a los cuales está sometiendo al pueblo boliviano en su conjunto este mal llamado ‘líder de los humildes’, si fuese así estaría pensando en aquellas personas que se rompen la espalda para producir tomates, cebollas, papa, durante meses en nuestro país y esa gente precisamente que ha trabajado durante meses, hoy está botando su producción por la culpa de una persona investigada por violación a niñas”, recalcó.
Foto: captura pantalla
Del Castillo expresó su apertura a la militarización del país, porque los enfrentamientos de los últimos días en diferentes regiones mostraron una desproporcionalidad respecto a la cantidad de personas movilizados en relación con el número de efectivos que tiene la institución del orden, los cuales fueron rebasados y violentamente agredidos en varias oportunidades cuando procedieron a intentar despejar las vías.
“Hemos visto que estos últimos días, la Policía Boliviana está en una lucha desproporcional, esa gente está utilizando armas de fuego, esa gente está utilizando bombas molotov, esa gente está utilizando una serie de armamento letal en contra de la vida e integridad de los efectivos del orden; por tanto, si tenemos la imperiosa necesidad de requerir el acompañamiento de las Fuerzas Armadas de nuestro país, lo vamos a hacer, ya no podemos estar sometidos por una persona que solo busca impunidad”, sentenció.
Foto: captura pantalla
El estado de excepción es una medida que se declara ante una situación de grave amenaza que pone en peligro los derechos y garantías de los ciudadanos. Su duración depende de la aprobación posterior de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y se encuentra regulado por instrumentos internacionales en materia de derechos humanos ratificados por el país. El Órgano Ejecutivo puede disponer restricciones a determinados derechos y garantías, disponer la actuación de las Fuerzas Armadas en el control de disturbios civiles y adoptar medidas de emergencia, en todo o en parte del territorio nacional.