La defensa del expolicía extraditado aseguró que no fue notificada del traslado ni se le permitió a su cliente comunicarse con nadie.
La defensa del extraditado Maximiliano Dávila cuestionó el operativo de traslado ejecutado este jueves y reclamó que al exjefe policial no le se haya permitido ni siquiera despedirse de su familia.
«Todos los procedimientos legales, formales, se han violentado por parte del Tribunal Supremo de Justicia; la Interpol no ha hecho un debido procesamiento, no ha cumplido con los protocolos y ni siquiera se le ha permitido despedirse de su propia familia, todas las personas que han sido extraditadas de Bolivia han tenido este derecho», declaro a la prensa el abogado de Dávila, Manolo Rojas.
La mañana de este jueves, la Policía Boliviana dio cumplimiento al auto supremo del Tribunal Supremo de Justicia, que dio curso al pedido estadounidense de extradición contra el exzar antinarcóticos de Bolivia, quien abandonó el país a las 8:45 en un avión Beechcraft que dispuso el Gobierno de Estados Unidos para trasladarlo hasta Nueva York.
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Rojas precisó que el viaje a Estados Unidos demorará al menos ocho horas y que la escala que Dávila hizo en Perú sirvió para que la DEA complete ciertos trámites para luego seguir el trayecto a Nueva York.
«Hizo escala en Perú, ahí hay un departamento especial de la DEA que está haciendo algunas consultas y trámites previo a llegar a Estados Unidos, el viaje son de ocho a 10 horas», indicó el abogado.
Además de no haber podido despedirse de su familia, Rojas observó que Dávila fue impedido incluso de comunicarse con su defensa, y que el traslado del penal se hizo «entre gallos y medianoche».
«Ni siquiera se le ha permitido comunicarse con la debida defensa, lo han sacado de mala manera, pese a que él ha solicitado poder comunicarse con su abogado», lamentó el jurista, cuyo defendido fue requerido por la Justicia de Estados Unidos, que lo investiga por tráfico de armas y drogas a ese país.