El país registró el año pasado la inflación más alta de los últimos 17 años con una cifra de 9,97% aunque economistas alertan que el porcentaje real alcanzaría el 15%.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
Bolivia arranca el año con el reto de estabilizar su economía después de alcanzar una inflación que bordea el 10% como consecuencia de varios factores mientras que para este año se proyecta una inflación de 7,5%. Economistas plantean un cambio de modelo económico, pero el Gobierno habla de una “adaptación”.
“Nosotros ya hemos anticipado, la mayoría de economistas en el país estaba bastante preocupado por el cierre del IPC que está muy ligado a la inflación, iba ser de dos dígitos bordeando entre un 13 a un 15% aproximadamente que esa sería la cifra real, pero que aún el INE no admite, entonces es muy preocupante que se esté mostrando esta cifra”, afirmó la presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, en relación al último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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Este informe da cuenta de que Bolivia cerró el año 2024 con una inflación acumulada de 9,97%, que es uno de los más altos de los últimos 17 años, cuando estimaba una cifra de 3,6%.
Sólo en 2008 alcanzó una inflación de 11,8% y un año antes (2007) también alcanzó una cifra de 11,73%.
No obstante, economistas consideran que esta cifra no refleja la realidad que se vive en los mercados del país y que encaran los ciudadanos cada día. Además, las estadísticas oficiales no reflejan la pérdida del poder adquisitivo del boliviano, la moneda oficial de Bolivia, en un contexto marcado por el mercado paralelo de dólares que determina el tipo de cambio al margen de la cotización oficial de Bs 6,96.
La economista Pacheco advirtió que los precios seguirán en aumento este año si el Gobierno no toma medidas económicas urgentes para lograr la estabilización de la economía como la provisión inmediata de diésel para la siembra y cosecha de alimentos, la estabilización de precios de los alimentos, la lucha contra el contrabando a la inversa, y otras.
“La situación se va seguir agravando en 2025 donde se está priorizando las decisiones políticas en miras a las elecciones sobre las decisiones económicas y de bienestar para la sociedad”, lamentó.
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Este año está previsto la realización de las elecciones generales para la elección del Presidente y asambleístas nacionales, una de las características de los años electorales es la sobrepolitización del ambiente lo que podría agravar la actual situación.
El Gobierno proyectó para este año un crecimiento del 3,51% y una tasa de inflación del 7,5%; sin embargo, expertos consideran que esa cifra inflacionaria como ocurrió en 2024 podría superar el 15%.
Una de las salidas para lograr la estabilización de la economía, planteadas por economistas, es el cambio del modelo económico vigente desde 2006; sin embargo, el Gobierno se negó a realizar el viraje.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, afirmó hoy que el modelo económico será “adaptado” a los desafíos que emerjan por el ingreso de Bolivia al Mercado Común del Sur (Mercosur) y a los BRICS, y con el objetivo de fortalecer la producción, cualificar la redistribución del ingreso y afianzar la nacionalización.
«El modelo económico tiene que ser ajustado para mejorar la productividad del país. Eso es lo que quiere el modelo económico, siempre mejorar la productividad, la generación de ingresos con una sustitución de importaciones (…), sobre esos pilares le van a hacer ajustes para que Bolivia tenga una mejor dinámica en su inserción al Mercosur, a los BRICS, a la economía circular, el cuidado del medio ambiente y otros elementos”, explicó la autoridad.
El país forma parte de ambos bloques económicos trascendentales y que este año podrían jugar un papel importante en la salida de Bolivia de la crisis económica que afronta como consecuencia de varios factores como la caída de su producción hidrocarburífera y sus exportaciones, y también el excesivo gasto fiscal.