El trópico de Cochabamba juega con una dicotomía paradójica y difícil de aquilatar; el de ser una región paradisíaca, rica en fauna y flora, que podría potenciar enormemente el turismo regional y nacional y, al mismo tiempo, ser una zona altamente conflictiva e insegura.
Fuente: lostiempos.com
En entrevista con Los Tiempos, el presidente de la Cámara Hotelera de Cochabamba, Tito Navia Nogales, sostuvo que Cochabamba, en los últimos años, ha sido el centro de conflictos sociales generados en su mayoría en la zona del trópico. “Eso, obviamente, es negativo para el turismo de nuestro departamento”, dijo Navia.
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Recordó que en 2024 la zona del trópico estuvo bloqueada casi cuarenta días. Durante todo ese tiempo los centros de hospedaje cerraron sus puertas, donde mermó considerablemente el turismo. “Hay que tomar en cuenta que el Chapare es un gran destino turístico nacional e internacional, sin embargo, a la fecha, no se explota ni el 20%”, puntualizó.
La inseguridad jurídica es otro de los temas que restringe a los empresarios y emprendedores del sector de turismo y hotelero, advirtió Navia. “En vez de que las autoridades incentiven la inversión, nos ponen trancas y limitaciones, en ese sentido ningún empresario se anima a hacer un emprendimiento”, enfatizó Navia.
El empresario añadió que durante 2024, no hubo una inversión significativa en el rubro hotelero en el Chapare. “Para la Cámara Hotelera, actualmente, es un riesgo invertir en la región, mientras no exista seguridad jurídica”, concluyó Navia.
Sin embargo, consultado sobre cómo ve la seguridad en la región del Chapare, el secretario ejecutivo de la Federación Yungas del trópico de Cochabamba, David Veizaga, indicó que todos los turistas que visitan el lugar conviven con tranquilidad.
“Todos los hoteles y los parques están llenos. Todos los días vivimos una tranquilidad de paz, con todas las condiciones necesarias en la región que el pueblo mismo se ha dado. No que el gobierno nos ha dado. Allá nos organizamos por el tema de salud, educación, alimentación y seguridad”, sostuvo Veizaga.
Según el dirigente del trópico “el único que tiene difícil el ingreso al Chapare, es Eduardo del Castillo, “porque sabemos que este señor es un mercenario, sanguinario, que ha hecho masacrar a nuestros hermanos en Parotani”, concluyó Veizaga.
Zona de conflicto
En diálogo con Los Tiempos, William Herrera Añez, exfiscal y doctor en Derecho Constitucional, sostuvo que la zona del Chapare se ha convertido en un terreno conflictivo desde el punto de vista político y de seguridad nacional.
“Para nadie es desconocido que en esa región se produce la hoja de coca, materia prima del narcotráfico, y que el 90 o 95 % de esa hoja de coca va al narcotráfico. Lamentablemente ahí hay una combinación diabólica, entre el Chapare, los sindicatos, las confederaciones y por supuesto Evo Morales”, aseveró Herrera.
El experto afirmó que la zona del Chapare es una “suerte de republiqueta”, donde no tiene ingreso la Policía, o donde no existe un control del Estado. “No hay Estado en el Chapare y si no hay Estado, todo puede suceder”, añadió.
Chapare, discriminado
Para la criminóloga y exdirectora del Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas, Gabriela Reyes, la zona de trópico ha sido y es una región “discriminada y criminalizada”, por el hecho de ser productora de coca.
Según Reyes, antes de las gestiones del Movimiento al Socialismo el trópico ya era relegado por las políticas de coca cero y se condicionaba la entrega de ayuda para el desarrollo, a que se erradique la coca completamente.
“Esta estigmatización y criminalización hacia el Trópico se ha vuelto a dar durante el Gobierno de Luis Arce. Sólo se enfocan en esa región para el tema de interdicción, pero no se ven resultados ni en Santa Cruz ni en Beni. Todo esto ha hecho que se vuelva a las prácticas del pasado, donde el trópico ha optado, como un mecanismo de defensa y protección, basado en la experiencia, el poder cerrar filas en torno a su territorio”, afirmó Reyes.
La experta aseguró que “es mentira que la Policía no puede entrar a la región. Vimos que el general Aguilera ingresó con policías para intentar resolver un caso de una organización dedicada a los secuestros”, dijo.
Enfatizó, además, que el actual gobierno no ha podido tomar control en materia de inseguridad y todo lo que está pasando en la zona de Entre Ríos, que data de más de un año. “Sólo el 2024, al menos, hubo un muerto por mes, promedio”, dijo.
Zonas rojas
Para Reyes, el gobierno tiene que tomar control, “principalmente” de las áreas rojas. Tomar control, advirtió la experta, no significa ir por 30 días con unos cuantos policías a resguardar una tranca. Según su análisis, es preciso desplegar inteligencia, coordinar con las federaciones, con los vecinos, diferentes acciones. “El Gobierno debería tener un plan, no sólo de retomar el control, sino de establecer medidas serias, basadas en lo que está pasando en el trópico de Cochabamba”, concluyó.
Región de riesgo
Por su parte, el abogado y analista político Daniel Valverde enfatizó en que se tiene que hacer una revisión histórica y sociológica de cómo se ha ido constituyendo en un espacio político y de riesgo para el país. “Esto data desde hace más de 40 años, a partir de la relocalización, los productores de coca y el surgimiento de la producción de la cocaína. Todos estos componentes han ayudado para que el Chapare sea una región de riesgo y en muchos casos de subversión”, afirmó el analista.
Valverde advirtió que en los últimos años, el Chapare, “sobre todo con la situación actual de Evo Morales” y desde el 2019, se ha constituido en una región donde existe una fuerza que se ha organizado para resguardar a su líder. “Con los últimos problemas de Morales, esto se ha fortalecido, se ha blindado mucho más la seguridad y los mecanismo de coordinación entre quienes tienen intereses políticos”, aseguró.
Fuente: lostiempos.com