El Ministro de Hidrocarburos informó este viernes que la planta de urea está en mantenimiento preventivo, hasta la primera semana de marzo
La planta de urea de Bulo Bulo, Cichabamba. Foto: YPFB
Fuente: Brújula Digital
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, confirmó este viernes que la planta de urea de Bulo Bulo, en el trópico de Cochabamba, no opera, debido a que se encuentra en mantenimiento, un trabajo que se dará hasta inicios de marzo.
“Actualmente, estamos en periodo de mantenimiento preventivo, pero nuestra capacidad de producción, nuestro rendimiento, es bastante eficiente y eso ha sido demostrado el año pasado con nuestro récord”, declaró Gallardo a periodistas.
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Cuando fue consultado hasta cuándo durará el mantenimiento, Gallardo respondió “hasta la primera semana de marzo”.
La autoridad gubernamental informó que este mantenimiento es preventivo, se lo realiza con el fin de garantizar la continuidad de la vida útil de los equipos.
Este viernes se informó que esta planta estaba 24 días sin funcionar, según una denuncia de Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos y analista, quien advirtió que se requerirían otros 45 y 60 días más para dar el mantenimiento necesario.
Ríos precisó a El Deber que hubo daños en el intercambiador de calor de la planta, que afectaron varias tuberías. El personal de YPFB, acotó, evalúa si debe procederse a una reparación o a un reemplazo, incluyendo el caldero completo.
Construida cerca de Bulo Bulo, Cochabamba, con una inversión de 953 millones de dólares, la planta fue inaugurada por el expresidente Evo Morales el 14 de septiembre de 2017. Desde entonces, ha tenido alrededor de 30 paralizaciones técnicas, lo que generó pérdidas mensuales de 23 a 27 millones en exportaciones, sostuvo Ríos.
El experto criticó el modelo de empresas públicas de Bolivia, afirmó que, en otros países, las plantas de urea solo paran cada dos años por mantenimiento.
También mencionó la falta de recursos de YPFB para importar los insumos necesarios y la ubicación desfavorable de la planta, lo que dificulta conseguir operarios y afecta la eficiencia de la empresa.
El analista destacó que la planta ha recibido cerca de mil millones de dólares del Banco Central, que no pueden recuperarse debido a su bajo rendimiento. Según Ríos, la planta produce dos meses y está inactiva tres, lo que no cubre ni los costos operativos, convirtiéndola en un pasivo para Bolivia.
BD/JJC