La asociación también denunció un trato discriminatorio por parte de YPFB en la asignación de combustibles, observando que las estaciones de servicio estatales reciben provisión continua y sin interrupciones, a diferencia de las privadas, que enfrentan restricciones y desabastecimiento.
La Asociación Nacional de Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur) expresó su preocupación por la crítica situación del abastecimiento de combustibles en el país y señaló que las recientes medidas adoptadas por el Gobierno central no resuelven el problema de fondo y agravan las condiciones para las estaciones de servicio privadas.
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“La implementación inmediata de medidas que garanticen una distribución equitativa de combustibles, la actualización urgente de las comisiones por comercialización y transporte, y acciones que aseguren la sostenibilidad del sector, clave para el abastecimiento energético del país”, son las demandas del sector en un pronunciamiento emitido.
En el documento, Asosur advierte que los nuevos decretos supremos emitidos en días pasados imponen un exceso de regulación sin análisis de impacto ni participación efectiva de los actores involucrados, lo que contribuye a una distribución ineficiente de carburantes. En ese contexto, las estaciones privadas deslindan responsabilidad por la falta de combustibles, al estar limitadas a comercializar los reducidos volúmenes que les entrega Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
La asociación también denunció un trato discriminatorio por parte de YPFB en la asignación de combustibles, observando que las estaciones de servicio estatales reciben provisión continua y sin interrupciones, a diferencia de las privadas, que enfrentan restricciones y desabastecimiento.
Uno de los reclamos centrales del sector es el ajuste urgente de las comisiones, que —según Asosur— están congeladas desde hace dos décadas. Esta situación afecta tanto a la comercialización como al transporte de combustibles, especialmente en estaciones ubicadas a más de 35 kilómetros de los centros de distribución. El sector asegura que los costos operativos han aumentado considerablemente en ese periodo, incluyendo gastos en energía, transporte, tecnología, salarios y mantenimiento de infraestructura.
Adicionalmente, la entidad expresó su preocupación por la falta de etanol anhidro, que obliga a vender gasolina fósil con menor comisión, y advirtió sobre una caída de ingresos en el occidente boliviano por la reducción de participación del sector privado en la cadena de distribución.