Espinoza indicó que este tema debe llevarse adelante en la Asamblea como parte de una reforma estructural al sistema de pensiones.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- José Gabriel Espinoza, líder del equipo económico de la Alianza Unidad que postula a Samuel Doria Medina a la presidencia, presentó una serie de propuestas, a largo y corto plazo, para proteger el sistema de pensiones y garantizar jubilaciones dignas para los bolivianos. La principal medida: dejar de usar los aportes de los trabajadores para financiar el déficit fiscal del Estado.
“Hoy, el segundo mayor financiador del déficit fiscal del gobierno central es la Gestora Pública. Es decir, tú, yo y cualquier aportante al sistema de pensiones estamos sosteniendo al Estado con tasas de interés bajas y en bolivianos”, denunció Espinoza en entrevista con el programa radial de La Hora Pico de eju.tv que conducen Belén Mendivil, Jorge Robles y Ernesto Justiniano.
En ese sentido señaló que “lamentablemente esto requerirá una ley y, por lo tanto, la reforma en el corto plazo no se podrá hacer. Pero sí, en el corto plazo, lo que podemos hacer es dejar de hacer que el sistema de pensiones financie al sector público”.
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Según explicó, el 80% del déficit fiscal es cubierto por el Banco Central, mientras que el 20% restante proviene de la Gestora, encargada de administrar los fondos de pensiones. Para Espinoza, esto pone en riesgo la seguridad futura de los jubilados.
“Lo óptimo sería que el sistema de pensiones invierta en el sector privado o incluso en el exterior, recibiendo ingresos en dólares y protegiendo así el poder adquisitivo del jubilado de mañana”, agregó el economista.
Espinoza criticó además que la reciente reforma del sistema de pensiones se haya aprobado sin un estudio actuarial serio. “No sabemos cuántos trabajadores aportarán, cuántos vivirán más allá del promedio o cuánto debe durar el fondo. Ese estudio básico no existe”, apuntó.
En cuanto a medidas de largo plazo, propuso abrir un debate responsable sobre la edad de jubilación, que a su juicio debe ajustarse a la realidad económica y social actual.
“Hoy, muy pocas personas pueden dejar de trabajar a los 60 años. Las pensiones que administra la Gestora rara vez superan los 1.200 bolivianos. Con eso es imposible sostener una vida digna, sobre todo cuando muchas personas siguen teniendo dependientes en esa etapa”, sostuvo.