Mirtha Fuentes, una de las pasajeras de la avioneta hallada este viernes en una zona inhóspita en Beni, llevaba en su maleta chocolates y el tradicional chivé con el que sobrevivieron desde el miércoles
Desde la cama de un hospital Mirtha Fuentes da gracias a Dios tras sobrevivir a un incidente aéreo y pasar más de 48 horas en medio de agua y pasto, en una zona inhóspita de Beni.
“Todos lloramos de felicidad porque estábamos vivos, con golpes, pero vivos con mucha suerte, gracias a Dios y la rapidez e inteligencia del piloto que lo supo hacer muy bien”, relató este viernes Fuentes.
El miércoles, una avioneta con cinco personas, entre ellas un niño, fue reportada como desaparecida cuando realizaba la ruta Baures -Trinidad.
Fuentes recordó el momento del incidente y cómo las decisiones que tomó Pablo Andrés Velarde, el joven piloto de 27 años, fueron determinantes para sobrevivir.
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Contó que el piloto les dijo que la avioneta tuvo un fallo en el motor. “Él empieza a llamar a sus compañeros, colegas, y ahí le van guiando. Él dice abran puertas, abrimos puertas. Él dice, ‘voy a buscar un lugar para que esto no explote. Tenemos que vivir todos. Agua con pasto, yoyomo, lo que sea, pero agua’”, contó.
“Se aterrizó, pero antes de él bajar y aterrizar, ya apagó todo, cerró gasolina, cerró todo y dijo: ‘Vamos y que sea lo que Dios quiera. Sentimos el golpe, y listo, ahí nos perdimos. Todo fue muy rápido, cuestión de un minuto. Tragando agua porque estaba muy lleno”, contó.
Fuentes contó que ella iba junto a una puerta y que fue la primera en salir. “Cuando yo salgo no veo a nadie y me acuerdo del niño, me volví a meter a la avioneta y saqué al niño”, relató.
“En que lo que saqué al niño, salió la otra señora Roberta y luego salió Patricia y de último, el piloto”, recordó.
Fuentes contó que la avioneta, que quedó sumergida en agua, se volcó al momento del impacto. Cree que “las hélices se enredaron con el pasto que había y dio la vuelta, quedó boca abajo”.
Contó que lloraron de felicidad al sobrevivir al incidente y que ella se preocupaba por el niño mientras tenía en su mente a sus propios nietos.
“Yo llevé bastante chivé y chocolates porque, como voy a viajar a España, me llevé una maleta llena de chocolates y chivé, y me acordé y le dije: “Hay chivé para darle al niño”. Sacamos y gracias a Dios estaba intacto, todo bien sellado, cerrado”, contó y señaló que comieron de a poco debido a que no tenían agua porque el combustible de la avioneta había contaminado la zona.
Las cinco personas usaron como una especie de plataforma a la avioneta mientras esperaban la llegada del rescate.
Por su parte, el piloto contó que el olor de la gasolina mantuvo alejados a los caimanes y víboras que los estuvieron rondando.
Este viernes pudieron tener un contacto en la lejanía con una familia de pescadores, quienes se dieron modos para llegar al lugar en canoas. En medio de ese interín, llegó el helicóptero de rescate y los sacó del lugar para llevarlos directamente a Trinidad para recibir atención médica.
[Foto: Yerko Guevara-UNITEL] / Mirtha Fuentes junto con su hijo tras el rescate de los tripulantes de la avioneta desaparecida en Beni.