La advertencia de Evo Morales de impedir las elecciones si no es habilitado como candidato pone en vilo al proceso electoral. Desde el evismo se habla de fraude anticipado.
Los afines de Evo Morales no aceptan elecciones sin su líder. Foto: RRSS
La incertidumbre nuevamente reflota en el ambiente electoral tras las recientes advertencias del expresidente Evo Morales y sus sectores afines, quienes nuevamente han amenazado con impedir la realización de las elecciones generales de agosto venidero si el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no lo habilita como candidato. El evismo insiste en que hubo una tramoya para dejarlo fuera de carrera, pese a que un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) le impide postularse nuevamente.
El ampliado del evismo, que se llevó a cabo el pasado sábado en la sede de los cocaleros del trópico de Cochabamba, lanzó nuevas amenazas contra el proceso electoral si no se registra de forma inmediata la candidatura de Evo Morales y restituye la personería jurídica del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol). “Vamos a ver si se realizan las elecciones el 17 de agosto, (…) si no estamos en la contienda no hay elecciones, no hay miedo, ahí van a ver”, declaró Morales al concluir el evento. Las declaraciones fueron respaldadas por sectores cocaleros y parlamentarios del ala radical del Movimiento Al Socialismo (MAS).
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La amenaza no quedó ahí, la otrora crítica acérrima de Morales y ahora convertida en aliada incondicional y militante de la causa evista, Fanny Nina, fue más allá y amenazó con que el día de las elecciones puede correr sangre si no se permite la participación del exmandatario. “Y ese día, el Tribunal Electoral y el Gobierno, en vez de contar votos, van a contar muertos. Eso es lo que va a pasar si atentan contra las comunidades indígenas y nos obligan a votar por aquellos”, proclamó y recibió una cerrada ovación en respuesta.
Fanny Nina lanzó amenazas en el ampliado de Evo Pueblo, en Lauca Ñ. Foto: La Razón
Ante las intimidaciones, el ahora candidato Luis Alberto Ruiz afirmó que las advertencias de Morales, así como las advertencias de sus seguidores, representan los afanes de poder de un líder que, según dijo a la red Erbol, se encargó de enterrar a la izquierda boliviana por al menos las próximas dos décadas. “Evo Morales hizo un gobierno indígena fracasado en todos sus ámbitos. El fracaso de su gestión ha dejado una izquierda desacreditada y sin futuro político. Utilizaron el discurso de los pobres para hacer nuevos ricos”, señaló.
Pero, el líder cocalero hizo otras denuncias en las pasadas horas, en una entrevista con EFE aseveró que el gobierno de Arce prepara un supuesto ‘fraude’ en los comicios ‘con el apoyo de extranjeros’, que permita favorecer a su candidato, Eduardo del Castillo; asimismo, que el exministro César Siles sobornó al magistrado prorrogado René Yván Espada por un monto que ascendería a $us 50.000, para bajar su candidatura.
El instrumento político fundado por el líder cocalero atraviesa una división sin precedentes. El bloque arcista, que ahora es dueño de la sigla del MAS, rechaza las acusaciones sobre el supuesto fraude, así como las amenazas contra los comicios. El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, aseguró que, pese a las amenazas y discursos radicales, el gobierno garantizará la realización de las elecciones generales previstas para el 17 de agosto.
Evo Morales lanza advertencias y denuncias. Foto: EFE
“Le duela o no a Evo Morales, habrá elecciones. No por un grupo pequeño se va a suspender el proceso electoral. Están actuando igual que la derecha que en Santa Cruz quemaba domicilios y violaba los derechos ciudadanos”, refirió en alusión a los hechos de octubre de 2019 cuando su vivienda fue quemada en la capital oriental. “Lo mismo está sucediendo con los evistas. En su ampliado han dicho que van a quemar ánforas, que habrá muertos. Eso es fascismo”, denunció.
En medio de este escenario, Samuel Doria Medina alertó sobre las amenazas de movilización de los sectores evistas para impedir los comicios; pero, minimizó el impacto de estas. “Las amenazas son preocupantes cuando vienen de gente que tiene mucha fuerza, pero ellos ya no tienen fuerza, por eso lo único que les queda es la amenaza”, expresó para luego subrayar que el pueblo boliviano ha elegido salir de la crisis actual de forma pacífica y democrática, a través del voto.
Para Branko Marinkovic, candidato a senador por Santa Cruz de la alianza Libertad, corresponde la actuación del Gobierno y del Ministerio Público ante las amenazas. “Son básicamente sedición, el Ministerio Público debería tomar acciones. Eso de que “no vamos a contar votos, sino muertos”, en un país democrático no se puede permitir”, manifestó. Por su parte, Soledad Chapetón, candidata a senadora por La Paz por la alianza Unidad, refiere que las declaraciones de Evo no solo apuntan a los candidatos o al TSE, sino a todos los bolivianos.
Morales junto a los dirigentes de su instrumento político. Foto: RRSS
Tras las amenazas del evismo, la diputada de Comunidad Ciudadana (CC) Janira Román cuestionó que desde hace nueve meses el presidente Luis Arce no hizo cumplir una orden de aprehensión para arrestar al expresidente Evo Morales. Señaló que la democracia y la paz del pueblo están nuevamente en peligro. “Arce le tiene miedo a su exjefe. (…) Son nueve meses que a Arce no le da la gana de arrestar a Morales, y lo que vaya a pasar será responsabilidad de estos dos nefastos. (…) Nuevamente la democracia y la paz del pueblo están en peligro por el evismo”, manifestó la legisladora.
Mientras tanto, la ciudadanía expresa desconcierto, en las encuestas es recurrente el temor expresado en sentido que las elecciones no se realicen en un ambiente pacífico y transparente, debido a las permanentes amenazas del exjefe nacional del MAS contra las instituciones del Estado y el gobierno, porque significarán un nuevo golpe a la paz social y a la estabilidad democrática. El amedrentamiento del evismo no solo tensiona el clima político, sino que demuestra el nulo respeto que tiene a las instituciones democráticas. La responsabilidad ahora recae en el TSE, el TCP y los líderes políticos para garantizar un proceso transparente, inclusivo y pacífico.