El escenario se complica más al analizar las cinco encuestas nacionales publicadas hasta ahora, donde Doria Medina oscila entre 18.7% y 21.76%, sin lograr consolidar una ventaja decisiva. Además, casi el 25% de votos nulos, blancos e indecisos que muestra el reciente estudio, revela un malestar ciudadano que podría desestabilizar la gobernabilidad.
El candidato presidencial de la Alianza Unidad, Samuel Doria Medina, lidera la carrera electoral con un 21.76% de intención de voto, según la última encuesta de El Deber. Sin embargo, este porcentaje, que apenas supera por un punto a Jorge Tuto Quiroga, de la Alianza Libre (20.70%), por lo que se plantea un dilema democrático, ¿puede un futuro presidente gobernar con legitimidad si su respaldo no alcanza ni la cuarta parte del electorado?
El escenario se complica más al analizar las cinco encuestas nacionales publicadas hasta ahora, donde Doria Medina oscila entre 18.7% y 21.76%, sin lograr consolidar una ventaja decisiva. Además, casi el 25% de votos nulos, blancos e indecisos, que muestra el reciente estudio, revela un malestar ciudadano que podría desestabilizar la gobernabilidad.
Con un sorpresiva caída al cuarto puesto de Andrónico Rodríguez (8.26%, frente al 14.7% que registraba en junio) y el ascenso al tercer lugar de Manfred Reyes Villa (10.1%), el global de las encuestas reflejan un electorado fragmentado y desencantado con las opciones tradicionales. Mientras tanto, candidatos como Eva Copa y Eduardo Del Castillo no superan el 2% y se encaminan a perder su sigla política.
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En un país que sufrió la crisis postelectoral de 2019, estos números anticipan el desafío mayúsculo de gobernar con minoría en un contexto de alta polarización y desconfianza institucional.