
Trabajos en el salar de Uyuni. Foto: YLB.
Según Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), el proceso de industrialización del litio es el resultado de un trabajo planificado y sostenido que, desde sus primeras etapas, combinó el talento técnico boliviano con transferencia de tecnología de países líderes en el sector.
En el marco del desarrollo de la cadena de valor del litio, el país adoptó tecnología de origen chino y francés para la implementación de sus Plantas Piloto de Baterías de Litio y Materiales Catódicos. Para ello, se creó el Centro de Investigación, Desarrollo y Pilotaje (CIDYP), encargado de la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la validación y el pilotaje, priorizando el aprovechamiento integral de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni y otros salares.
La Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE) adjudicó en 2014 a la empresa china LinYi Dake la construcción y transferencia tecnológica de la Planta Piloto de Baterías de Litio, inaugurada en febrero de ese año.
De igual forma, en 2015, la GNRE adjudicó a la empresa francesa ECM Greentech la construcción de la Planta Piloto de Materiales Catódicos, inaugurada en 2017. Estas instalaciones, operadas en fase piloto, permitieron formar personal técnico boliviano y validar procesos, pero no constituían aún producción industrial.
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Litio
YLB destaca que en la actual gestión Bolivia dio el salto hacia la “industrialización real” mediante la búsqueda de incorporación de tecnologías de Extracción Directa de Litio (EDL), a través de una convocatoria pública lanzada en 2021.
Esta tecnología, utilizada en países líderes como Chile y Argentina, permite optimizar tiempos de producción, aumentar rendimientos y asegurar el suministro continuo de materia prima para baterías y derivados de litio.
Toda aplicación futura de la tecnología EDL deberá pasar por la Asamblea Legislativa mediante contratos aprobados por ley, garantizando que las decisiones estratégicas sobre el litio sean tomadas con transparencia, bajo control del Estado y con la participación de los representantes del pueblo boliviano.
Actualmente, hay dos contratos con esa tecnología, con una empresa china y otra rusa, a la espera de ser aprobados por los legisladores.
De esta manera, el país consolida el paso de la validación en fase piloto a la industrialización plena, reforzando su capacidad tecnológica y productiva, y asegurando que este recurso estratégico se traduzca en desarrollo y bienestar para todos.