Algunos nombres de zonas que aún quedan en la ciudad dan luces de las actividades que se realizaban.
Ser cosmopolitas y solidarios son las principales virtudes de los paceños, que les permite abrir sus brazos a foráneos y poner el hombro cuando se debe ayudar. Sin embargo, suelen también ser eternos disconformes.
La Asamblea Departamental no tiene regalos para La Paz “Con fuerza, con ñeq’e” es el nuevo eslogan del municipio.
Riqueza. Vista panorámica de la ciudad de La Paz, llamada Chuquiago en antaño, valle rico en oro.
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Ximena Medinaceli – Historiadora, para La Razón
Surcada por una gran cantidad de ríos y riachuelos, Chuquiago, antes de la llegada de los españoles, era un sitio ocupado por los incas, pero pertenecía al señorío Pacaje. El término de marka refiere a que incluso antes de los incas la zona había sido un centro articulador de una cantidad de pequeños pueblos frecuentemente dedicados a las actividades de pastoreo de llamas y de alpacas.
Algunos nombres que todavía quedan de las zonas paceñas permiten suponer con bastante certeza la importancia que tuvo la cría de camélidos en este sitio.
Los nombres. Alpacoma nos dice que la humedad y la altura del lugar permitían la crianza de llamas y otros camélidos. Paco o alpaca es el nombre de este animal apreciado sobre todo por su fina lana. Chijini indica que la abundancia de pastos permitía también la cría de llamas y alpacas.
Si pensamos que Caiconi era la trampa para cazar vicuñas y dejarlas luego en libertad, completamos de alguna manera la idea de que algunos nombres que designan los alrededores de lo que luego será la ciudad de La Paz, refieren la importancia de la actividad ganadera.
Siendo una zona que articulaba los valles de Río Abajo, los Yungas y el altiplano donde se cultivaban distintos productos, la idea de marka también queda subrayada como articuladora de diferentes ecologías, pero también su antigua vocación no sólo pastoril sino también complementada por la agricultura.
El oro. Pese a la variedad de recursos, aquella actividad que le dio su particular identidad fue la de ser un centro aurífero.
Finalmente, el nombre de Chuquiago, que es también del río principal que cruza la ciudad, refiere a que la zona es también un yacimiento de oro.
Precisamente Sancho de la Hoz, quien fue uno de los primeros españoles en pasar por el poblado en 1535, es decir antes de su fundación, queda admirado del trabajo que se hacía extrayendo oro y de la disciplina y respeto de sus pobladores a sus autoridades.
Al parecer, el oro sacado de vetas era para el inca, mientras aquél que se lavaba de las arenas del río, menos rico, era para los ayllus o sus autoridades locales.
Poblaciones. Alrededor del trabajo minero se establecieron caseríos, es probable que hubiera una combinación de viviendas redondas, estilo más propio de la zona aymara y uru hablante, con otras cuadradas o rectangulares más propiamente incas.
Siendo una zona de trabajo minero, los incas establecieron un mosaico multiétnico poblando el lugar con ayllus de distintos lugares, Chinchaysuyus (venidos del Ecuador) Primer inga, Segundo inga (venidos seguramente del Cusco), son algunos de los ejemplos. En el lugar, entonces, se hablaba aymara, quechua y seguramente también puquina, como parece fue la lengua más antigua en el lugar.
Precisamente los incas, como era su política de dominio y control de las poblaciones, establecieron allí un centro administrativo. Lamentablemente, la ciudad española se fue construyendo encima del poblado inca y borrando las huellas del pasado prehispánico.
Las plazas. Es probable que la ubicación del poblado más importante fuera donde se fundó la ciudad, en la actual plaza Alonso de Mendoza, en el caso viejo actual.
Como otros centros administrativos incas, seguramente hubo dos plazas, la de Cusipata y la de Aucapata, la primera llamada por los españoles “Plaza del Regocijo” y la segunda, “Plaza de Armas”. Esta situación que veremos se repitió en otros lugares siguiendo el ejemplo del Cusco, así también tuvieron dos plazas contiguas las ciudades de Oruro y principalmente Potosí.
Las dos plazas paceñas serían luego la plaza de los españoles (hoy Alonso de Mendoza) y de los indios (detrás de ésta, como se ve en algunos documentos tempranos). Allí tenía su vivienda el cacique de esta parte, el famoso Quirquincho (armadillo), que tenía su par, el de la otra mitad llamado Uturunco (felino). Plasman las dos versiones de símbolos del poder y de ecologías distintas.
Características. Muy cerca de ese sitio se encontraba también el puente inca de Coscochaca, en el ángulo donde se unían los ríos Apumalla y Choqueyapu (que se pueden traducir como el “Señor del estaño” y el “Señor del oro”). La ciudad también tenía cierto carácter ritual. Don Diego Cabeza de Vaca relata que “la gente de este asiento y pueblo de Chuquiapo tenía por adoración una guaca que llamaban Choqueguanca, que quiere decir “señor que no mengua”. Queda la posibilidad de que esta huaca fuera una gran roca de Achachicala (Achachi = anciano, cepa de la familia k’ala= piedra).
Únicamente un trabajo de arqueología de la zona nos podría dar más luces acerca del ordenamiento de la marka incaica sobre la que se fue forjando la nueva ciudad de Nuestra Señora de La Paz.
Diversos hallazgos, más bien fortuitos, han ido mostrando que en la ciudad que hoy habitamos se pueden encontrar huellas de los incas, los pacajes de Tiwanaku y aún antes, como para que recordemos que este espacio fue poblado por más de un milenio.
Los paceños son cosmopolitas y disconformes
¿Cuál es la principal virtud y defecto de los oriundos de La Paz?
Ser cosmopolitas y solidarios son las principales virtudes de los paceños, que les permite abrir sus brazos a foráneos y poner el hombro cuando se debe ayudar. Sin embargo, suelen también ser eternos disconformes. La Razón consultó a siete personalidades locales para conocer su opinión sobre la personalidad del oriundo de La Paz. La pregunta fue: ¿Cuál es la principal virtud y cuál es el principal defecto del paceño?
Se conversó con el alcalde, Luis Revilla; el oficial mayor de Culturas, Wálter Gómez; el jefe del departamento de Extensión y Difusión Cultural del Museo de Etnografía y Folklore (Musef), el antropólogo Milton Eyzaguirre; el sociólogo Jiovanny Samanamud, la costumbrista Elizabeth de Col, el vocalista de la banda Octavia, Omar González, y el artista plástico Gastón Ugalde.
Virtudes
Cosmopolita
“Yo creo que el paceño es un ser cosmopolita porque tiene la capacidad de adaptarse a las diferentes percepciones, culturas, música y danza que tiene la gente de distintas partes. Una de las causas para que ocurra esto es porque al ser (La Paz) sede de Gobierno ha recibido a una gran cantidad de migrantes de otros departamentos y del exterior del país, lo cual ha permitido que se genere una apertura y una amplitud con relación a las diferentes perspectivas que existen”. Milton Eyzaguirre.
“El paceño tiene una visión cosmopolita porque todo el centro político ha tenido como principal eje a la ciudad de La Paz, lo que ha generado que conviva con diferentes visiones. Debido a eso, la mayoría de las personas tiene una mayor sensibilidad por los aspectos políticos y problemáticos del país, aspecto que genera otro valor que es tratar de abrirse a la diversidad que tiene Bolivia. En la urbe paceña hay una distinta manera de vivir una pluralidad que deriva de ser el eje político de Bolivia. Una de las causas del porqué se comporta así es porque existe una gran relación entre las personas del área urbana, que son de origen mestizo, y el área rural que son indígenas, lo cual le da una cierta idiosincrasia a la población paceña”. Jiovanny Samanamud.
“La tradición de ser sede Gobierno tantos años ha ocasionado que siempre pensemos que somos parte de un todo y no simplemente como región”. Omar González.
Hospitalarios
“Una de las virtudes de los paceños es su hospitalidad porque tienen una capacidad única de acoger tanto a extranjeros como a hermanos de otros departamentos como si fueran paceños. Tiene el corazón abierto, por eso ningún ciudadano extranjero o del interior puede sentirse que no es parte de esta ciudad. Esto se debe a que al ser una ciudad del diálogo intercultural por excelencia donde conviven varias culturas hay un encuentro de culturas. Ahora, esa apertura de saber vivir entre culturas nos ha caracterizado como un elemento de encuentro de fortalecimiento de identidades”. Wálter Gómez.
“La gente es más hospitalaria y abierta, aunque es más reservada que en otros contextos y no tan expresiva, pero eso no quiere decir que no sea hospitalaria”. Jiovanny Samanamud
Solidarios
“Un valor que tenemos los paceños es que somos profundamente solidarios, no somos indiferentes ante la necesidad de las personas y eso se refleja en las campañas de solidaridad que se realizan por diferentes causas”. Luis Revilla.
“Somos de corazón amplio debido a la tradición que hemos tenido por ser sede de Gobierno. Creo que hemos sabido ver a todos los habitantes como parte de Bolivia y pensar siempre en Bolivia antes que la ciudad de La Paz”. Omar González.
Trabajadores
“Una de las mayores virtudes de los paceños es que somos gente con mucho ‘ñeque’, con mucha fuerza, ganas de hacer las cosas y emprender retos. Los paceños son muy trabajadores, les gusta impulsar proyectos, no son conformistas, tienen mucha energía para lograr sus objetivos”. Luis Revilla.
“La paceña es muy trabajadora, ella trabaja y mantiene su hogar (…) La mujer se levanta a las cinco de la mañana. La ves (caminando) con su qhepi a un lado, ha ido a comprar a los mayoristas y (luego) atiende a su familia”. Elizabeth de Col.
“En La Paz hay una alta ética del trabajo y el esfuerzo personal y el perfeccionamiento individual que viene no sólo del área urbana sino también de la rural. (La gente) da una valoración del trabajo”. Jiovanny Samanamud,
Festivos
Si bien el hecho de celebrar diversas fiestas puede también ser considerado como defecto, “si lo veo como virtud es una de las cosas culturales más notorias. El paceño es festivo para celebrar la vida, pero también puede ser para ocultar frustraciones y debilidades que tiene la sociedad, la falta de trabajo (…) la falta de respeto al prójimo”. Gastón Ugalde
Alegres y familiares
“Somos una sociedad bastante alegre porque las familias disfrutan de la relación familiar que es un hábito que no debemos perder nunca. En los parques y los restaurantes y la familia es unida y se junta. El hecho de reunirse demuestra que el paceño es muy unido y hogareño, lo cual no se da en muchas sociedades, porque el sentido de la familia ha desaparecido en cambio para el paceño el reunirse es una costumbre casi semanal”. Gastón Ugalde
Defectos
Inconformistas
“No nos conformamos con nada y por eso el paceño es un poco pesimistas. Hacemos una casa bien y nos fijamos en algo que está mal. Somos muy escépticos”, aunque esto también es bueno “porque nos hace exigentes con las cosas e impulsa que las hagamos de mejor manera”. Luis Revilla
“Uno de los defectos es la inconformidad (…) Se trabaja de forma responsable, con mucha entrega, pero un defecto es que le encuentra el punto que estaba faltando y no se evalúa en la balanza que tal vez el lado bueno pesa más. Quisiera pensar que esto se debe a porque somos exigentes y buscamos la perfección y la excelencia y no son ganas de querer incomodar por lo que puede estar fallando”. Wálter Gómez.
“Coexiste (la dedicación al trabajo) con una moral muy baja y existe un cierto prejuicio de inferioridad (…) Como (los paceños) tienen una moral muy baja entonces terminan siendo disconformes y cuestionan todo lo que (se) hace. Ve más los aspectos negativos”. Jiovanny Samanamud.
Intolerantes
“El peor defecto del ciudadano paceño es la intolerancia. Necesitamos un poco más de educación urbana. El paceño es intolerante porque vive con esa presión diaria del sobrevivir, donde las paranoias y las neurosis se agudizan y es por eso que por esa tolerancia hay tanta criminalidad (…) Por ejemplo una anciana pasa por una esquina y un taxi le toca la bocina para que se apure y eso genera malas vibras y se masifica. Es parte de la intolerancia del padre al hijo, del profesor al estudiante”. Gastón Ugalde
“El paceño tiene una visión más centralista, prejuiciosa (…) Esta concepción un poco centralista de resolver los problemas de La Paz ha imposibilitado que en el país puedan existir otras realidades y otras maneras de ver Bolivia. Es una dificultad que pueda expresarse en una cierta intolerancia”. Jiovanny Samanamud
Pasivos
“Debido a ser (vivir en la) sede de Gobierno nos hemos vuelto muy pasivos y como región y como ciudad deberíamos reclamar por nuestras propias cosas, porque todos los días hay protestas y marchas (…) Aquí hay mucha gente que está muy aburrida de que haya paros o marchas que no sólo perjudican el tráfico sino también el diario vivir del ciudadano y el paceño nunca se ha quejado de eso y nunca ha hecho escuchar su voz”. Omar González.
Baja autoestima
“Deberíamos amar a nuestra ciudad y valorar un poco más al paceño. Esto se debe a la falta de autoestima. El paceño no se quiere así mismo”. Elizabeth de Col.
“El paceño tienen una baja autoestima y por eso piensa que lo que está haciendo nunca es suficiente y va a ver el valor negativo de lo que está haciendo”. Jiovanny Samanamud,
Informales en el comercio
“Otro defecto es la abundancia de comercio ambulante. Los paceños son terriblemente comerciantes y se ubican donde encuentren un espacio y eso se debe a las estructuras económicas, porque no hay trabajo y la forma de trabajar es dedicarse al comercio ambulante”. Milton Eyzaguirre
Excesivamente acogedores
“Creo que una de las características que no ayudan para nada a los paceños es el ser excesivamente acogedores con la gente del interior y del exterior. Nos hace falta ser regionalistas para defender a la ciudad y valorarnos más. Pero como somos (habitamos) la sede de Gobierno y desde aquí se resuelven todos los problemas no reclamamos nuestros intereses y eso se debe a que el paceño no se quiere a sí mismo ni se valora. Por ejemplo, en los mercados los mejores puestos son para las vendedoras del interior y no para las paceñas”. Elizabeth de Col. La Razón
La Asamblea Departamental no tiene regalos para La Paz
La Prensa
La Asamblea Legislativa Departamental paceña no preparó ningún regalo para La Paz en honor del 462 aniversario de su fundación y sólo se limitará a celebrar la sesión de honor en la población de Laja.
Así lo hizo conocer a La Prensa el presidente de esa instancia, Rómulo Cusi, quien no obstante destacó la asistencia del pleno de la Asamblea en la sesión de honor en Laja, a la que asistirá el presidente Evo Morales.
“Lamentablemente estamos muy incómodos y no podemos trabajar óptimamente. Además tenemos como prioridad aprobar en primera instancia el Estatuto Autonómico, que esperamos presentarlo en enero y aprobarlo ya para marzo de 2011”.
Por su lado, el asambleísta opositor de Unidad Nacional Ángel Villacorta explicó que en las sesiones de honor no se emite ninguna ley, pues es un acto más protocolar. “Nosotros en su momento planteamos preparar regalos, pero como la mayoría es la que hace la agenda, no fuimos escuchados”.
Por su lado, la Gobernación de La Paz entregó 22 motocicletas, 65 handies y seis equipos de radioestación de base al Comando Departamental de la Policía, dentro de los actos por la celebración de la Fundación de La Paz. Para hoy los actos protocolares de la Gobernación se centrarán en la población de Laja.
La Asamblea Legislativa Plurinacional tampoco aprobó una ley de regalo para el departamento.
“Con fuerza, con ñeq’e” es el nuevo eslogan del municipio
Cambio: ésta es la nueva imagen que usará el municipio paceño
Anoche, la Alcaldía de La Paz presentó su nuevo eslogan e imagen como regalo por un aniversario más de la fundación de esta ciudad. El logotipo contiene a la chola, la escarapela y el fuego de esta ciudad.
El municipio informó que el logotipo fue concebido por la empresa publicitaria Gramma y está compuesto por el isotipo que es el icono paceño, la chola y el eslogan o leyenda que refleja el espíritu de la ciudad de La Paz, su fuerza, liderazgo, vigor, valentía, indomabilidad y rebeldía: “La Paz, con fuerza, con ñeq’e. Gobierno Autónomo Municipal”.
La imagen mantiene el color amarillo de fondo y en ella se incorporan el rojo punzó y el verde esmeralda, colores de la bandera paceña.
El concepto fue probado en grupos focales y consultas internas en la institución municipal antes de ser concluido.
El nuevo logotipo será impreso a partir de hoy como una especie de sello o firma de la comuna en todos los materiales institucionales, desde el papel membretado, las obras, señalética y hasta en propiedades municipales, a través de un manual específico, en sustitución de la tea y el mensaje “La Paz Líder”.
Además, el nuevo logotipo será socializado con la población mediante una campaña de comunicación a través de todos los medios masivos y colocado en todos los materiales, proyectos, programas y obras municipales.
El director de Comunicación del Gobierno Autónomo Municipal, Edwin Herrera, informó que la nueva imagen se apoya en la visión de una constante y sostenible mejora de la calidad de vida de la gente. “La nueva identidad institucional representa a las mujeres que son una suerte de iconos de la ciudad y adicionalmente se ha puesto una combinación del español con el aymara, porque esta característica intercultural también es característica de esta nueva Alcaldía”.
La Prensa