Ocurrió en el Hospital Oncológico de Santa Cruz y el caso conmueve a Bolivia. Sebastián, un niño de tres años a quien le detectaron cáncer en un riñón ingresó este lunes al quirófano para que le extirpen el órgano en mal estado, pero el médico «se equivocó» y le extrajo el que se encontraba sano y ahora el paciente está en terapia intensiva sin ninguno de los dos órganos a la espera de un donante.
Extirpan un riñón sano a niño de tres años con cáncer
Sebastián, un niño de tres años a quien le detectaron cáncer en un riñón ingresó este lunes al quirófano para que le extirpen el órgano en mal estado, pero el médico «se equivocó» y le extrajo el que se encontraba sano. Ahora se encuentra en terapia intensiva, dependiendo de una máquina de diálisis, y sus familiares viven un viacrucis con la única esperanza de encontrar a un donante, en caso de que sea posible que reciba un trasplante.
El caso ha conmovido a Santa Cruz, cuyo Servicio Departamental de Salud (Sedes) activó una auditoría médica externa por presunto caso de negligencia. El Instituto Oncológico del Oriente, donde se hizo la cirugía, también hace indagaciones de ese tipo, aunque se ha cerrado a dar información.
El calvario de la joven familia oriunda de San José de Chiquitos comenzó en julio, cuando el menor fue sometido a varios estudios en los que se detectó un tumor maligno en el riñón izquierdo.
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Por ello, fue trasladado a varios centros hasta que llegó al oncológico para que reciba los primeros tratamientos paliativos con quimioterapia. Sebastián recibió seis dosis y el tumor, que en principio tenía un diámetro de 14 centímetros, se redujo a cuatro, pero los médicos decidieron practicar la extirpación para evitar afectaciones a otros órganos.
Para ello, el lunes fue internado con la esperanza de sus familiares de que su vida volvería a la normalidad, pero ocurrió todo lo contrario. El diagnóstico indicaba que con el riñón sano que le quedaba podría continuar su vida, pero el médico, de quien aún no se hizo público su nombre, extrajo el equivocado.
“Él (médico) reconoce su error porque me dijo ‘una tontera hice’. Sacó el riñón que no debería sacar”, contó Éver Justiniano, el padre del menor. Dijo que la admisión del error ocurrió tras que él se percatara de que el órgano extraído era el incorrecto, cuando le entregaron el informe de la operación.
Tras la cirugía «equivocada» le practicaron una segunda para esta vez extraer el órgano dañado. Ahora Sebastián se aferra a la vida esperando un donante en caso de que pueda recibir un trasplante.
Funcionarios del centro médico realizaron una declaración de prensa en la que se limitaron a decir que no habrá un informe en tanto no concluya la auditoría médica.
Daniela Poquiviquí, la madre del niño, dijo que “lo único” que piden al médico que hizo la cirugía “es que nos ayude”. “Pongo en las manos de Dios la vida de mi niño”, dijo este jueves en una entrevista con la Red Uno.
El abogado Felipe Hurtado, quien asumió la defensa jurídica de la familia, consideró que la actitud del médico “no ha sido con alevosía y premeditación”.
“El tema ahora es la salud del niño”, sostuvo el jurista. Con ese objetivo, el padre pidió a la población ayuda. “Un granito de arena para que se salve mi niño, un donante que pueda dar un riñón”, afirmó en puertas del Hospital del Niño, donde ahora la vida de su hijo depende de máquinas.
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